Actuemos para detener la ciberdelincuencia

La Paz/Viena, 8 de mayo de 2018 (Naciones Unidas).- Ciber. Éste es el prefijo ineludible que define nuestro mundo en la actualidad. Desde la privacidad de las personas hasta las relaciones entre los Estados, lo cibernético domina las discusiones y los titulares, tanto que nos arriesgamos a quedar paralizados ante la magnitud de los problemas que enfrentamos.

A pesar de las muchas preguntas pendientes sobre el futuro de la ciberseguridad y la gobernanza, debemos tener en cuenta que la cooperación internacional es esencial para hacer frente a las amenazas cada vez mayores de la ciberdelincuencia.

Explotación en línea y abuso de menores. Mercados de drogas ilícitas y armas de fuego en la "red oscura" o darknet. Ataques con software que secuestra información ( ransomware). Traficantes de personas que usan las redes sociales para atraer a sus víctimas. El alcance sin precedentes de la ciberdelincuencia -a través de todas las fronteras, en nuestros hogares y escuelas, negocios, hospitales y otros proveedores de servicios básicos- tan solo amplifica las amenazas.

Según una estimación reciente, el costo global de la ciberdelincuencia es de 600 mil millones de dólares estadounidenses. El daño causado al desarrollo sostenible y a la seguridad, a la igualdad de género y la protección -mujeres y niñas se ven afectadas de manera desproporcionada por el abuso sexual en línea- es inmenso.

Mantener a las personas más seguras en línea es una tarea enorme y ninguna entidad o gobierno tiene la solución perfecta. Pero, hay mucho que podemos hacer, y necesitamos hacer más, para fortalecer la prevención y mejorar las respuestas al delito cibernético; por ejemplo:

  • Aumentar las capacidades, sobre todo en la aplicación de la ley, especialmente en los países en vías de desarrollo; y
  • Fortalecer la cooperación internacional y el diálogo entre los gobiernos, las Naciones Unidas, otras organizaciones internacionales y regionales, INTERPOL y muchos otros socios interesados en detener la ciberdelincuencia, incluidas las empresas y la sociedad civil.

Los delitos cometidos en el ciberespacio, incluyendo la proliferación de software malicioso ( malware), ransomware y piratería; los delitos facilitados por el ciberespacio, tales como el correo electrónico fraudulento para robar datos financieros; y la explotación y el abuso sexual infantil en línea, todos tienen algo en común además del aspecto "cibernético": todos son delitos.

La policía, los fiscales y los jueces necesitan comprender estos delitos y deben contar con las herramientas adecuadas para investigarlos y perseguir a los delincuentes, así como proteger a las víctimas; también, deben tener las capacidades para procesar y resolver los casos.

En la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés), estamos trabajando en más de 50 países, proporcionando la capacitación necesaria para afinar las habilidades de investigación, rastrear criptomonedas como parte de las investigaciones financieras y usar software para detectar el abuso en línea y perseguir a los criminales.

Como resultado directo de nuestros esfuerzos de desarrollo de capacidades en un país, un pedófilo de alto riesgo (con más de 80 víctimas) fue arrestado, juzgado y condenado. La UNODC realizó la capacitación en asociación con el Centro Internacional para Niños Desaparecidos y Explotados y Facebook. Éste es sólo un ejemplo de cómo el fortalecimiento de capacidades y el trabajo coordinado con la sociedad civil y el sector privado pueden garantizar que los delincuentes estén tras las rejas y que los niños en situación de vulnerabilidad estén protegidos.

Trabajando con la Fundación Internet Watch (IWF), la UNODC ha lanzado portales para reportar casos de abuso sexual infantil (más recientemente en Belice), a fin de que la ciudadanía pueda tomar la iniciativa de reportar imágenes de abuso, protegiendo a niñas y niños de la explotación en línea.

Con socios como Thorn y Pantallas Amigas, estamos fortaleciendo la protección en línea y educando a padres, cuidadores y niños sobre los riesgos cibernéticos a través de actividades con las escuelas y comunidades locales. La prevención es la clave.

La capacitación de la UNODC, centrada principalmente en América Central, Oriente Medio y África del Norte, África Oriental y Sudeste de Asia, también ayuda a identificar evidencia digital sobre el tráfico ilícito de drogas en línea, a confrontar el uso de la "red oscura" o darknet con fines criminales y terroristas y perfeccionar la recopilación de datos para abordar mejor las amenazas.

Una base fundamental para nuestros esfuerzos es la cooperación internacional. Nuestro trabajo, financiado en su totalidad por gobiernos donantes, ha demostrado que, a pesar de las diferencias políticas, los países pueden unirse, y así lo hacen, para contrarrestar las amenazas de los delitos cibernéticos.

También estamos fortaleciendo la cooperación internacional a través del Grupo Intergubernamental de Expertos, que se reunió a principios de abril de 2018, en la sede de la UNODC en Viena.

Establecido por resolución de la Asamblea General, el Grupo de Expertos reúne a diplomáticos, responsables de la formulación de políticas y expertos de todo el mundo para debatir sobre los desafíos más apremiantes en materia de ciberdelincuencia en la actualidad. Estas reuniones demuestran el deseo y la voluntad de los gobiernos de seguir una cooperación pragmática, con miras a mejorar los mecanismos de prevención y fomentar la confianza.

Como próximo paso, necesitamos reforzar estos esfuerzos, proporcionando, entre otras cosas, más recursos para apoyar a los países en desarrollo, que a menudo tienen los usuarios de Internet más nuevos y las defensas más débiles contra el delito cibernético.

Las empresas tecnológicas son un aliado indispensable en la lucha contra la ciberdelincuencia. Es necesario aumentar la participación de los sectores público y privado para abordar inquietudes comunes como mejorar la educación y poner freno al material de abuso en línea.

Contrarrestar la ciberdelincuencia puede salvar vidas, aumentar la prosperidad y construir la paz. Al fortalecer las capacidades de aplicación de la ley y crear alianzas con empresas para que puedan ser parte de la solución, podemos avanzar mucho para garantizar que Internet sea una fuerza para el bien.

Yury Fedotov es el director ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito