En el Día Mundial contra la Trata de Personas, UNODC insta a proteger los derechos de los niños, niñas y jóvenes

 

30 de julio de 2018. La trata de personas es un delito grave y una violación de los derechos humanos. Casi todos los países del mundo se ven afectados por este flagelo, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas.

En el Día Mundial contra la Trata de Personas, Naciones Unidas hace un llamado a la comunidad internacional para que intensifique urgentemente las respuestas al tráfico de niños, niñas y jóvenes, que constituyen un tercio de todas las víctimas en todo el mundo.

"La trata de personas adopta muchas formas y no conoce fronteras. Los traficantes de seres humanos frecuentemente operan con impunidad y sus crímenes están lejos de recibir suficiente atención. Esto debe cambiar", dijo António Guterres, Secretario General de la ONU.

Por su parte, el Director Ejecutivo de UNODC, Yury Fedotov, describió una escena sombría: "Las crisis humanitarias y el conflicto armado han dejado a los niños, niñas y jóvenes en mayor riesgo de ser víctimas de la trata, los peligros se agravan aún más cuando ellos están en movimiento, a menudo siendo separados de sus familias".

También expresó su preocupación por el uso indebido del internet y de las nuevas tecnologías por parte de los traficantes de personas para ampliar su alcance en la explotación y el abuso de los jóvenes. "Todos tenemos la responsabilidad de prevenir y detener la trata de personas y proteger la salud, el bienestar y el potencial de todos los niños, en línea con los Objetivos del Desarrollo Sostenible", agregó.

Un importante avance en la lucha contra la trata de niñas, niños y jóvenes es el Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres, niñas y niños, en virtud de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, que entró en vigor hace más de una década.

Este instrumento internacional representa el mejor y más efectivo medio para proteger a los niños y jóvenes al poner fin a la impunidad de los traficantes y al garantizar que las respuestas de la justicia penal resguarden los intereses de los niños en todas las etapas.

UNODC contribuye a desarrollar la cooperación transfronteriza y las capacidades de aplicación de la ley para mantener a los niños, niñas y jóvenes seguros. La Oficina también está ayudando a garantizar que las víctimas menores de edad se conviertan en sobrevivientes a través del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Trata, el cual apoya a unas 3.000 personas cada año a través de sus organizaciones no gubernamentales asociadas.

Finalmente, UNODC ayuda a los gobiernos a implementar respuestas contra la trata, a aumentar la conciencia del flagelo a través de la campaña Corazón Azul y, adicionalmente, coordina el Grupo de Coordinación Interinstitucional contra la Trata de Personas (ICAT) para armonizar y reforzar las respuestas.