Mensaje del Secretario General, António Guterres, con ocasión del Día Mundial contra la Trata de Personas

 

Viena, 30 de julio de 2019 (Naciones Unidas). La trata de personas es un delito atroz que afecta a todas las regiones del mundo. Aproximadamente el 72 % de las víctimas detectadas son mujeres y niñas, y el porcentaje de niños y niñas que son víctimas de este delito se ha duplicado con creces entre 2004 y 2016, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. La mayoría de las víctimas detectadas son objeto de trata con fines de explotación sexual, pero las víctimas también son objeto de trata para ser utilizadas en trabajos forzados, para ser reclutadas como niños y niñas soldados y para otras formas de explotación y abuso.

Los tratantes y los grupos terroristas se aprovechan de las personas vulnerables, ya sea personas que viven en la pobreza, que están atrapadas en la guerra o que sufren discriminación. Nadia Murad, la primera víctima de trata en ser Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas recibió con justicia el Premio Nobel de la Paz en 2018 por catalizar la acción internacional para acabar con la trata y la violencia sexual en los conflictos.

Los conflictos armados, el desplazamiento, el cambio climático, los desastres naturales y la pobreza exacerban la vulnerabilidad y la desesperación que permiten que la trata prospere. Los migrantes están en el punto de mira. Miles de personas han perdido la vida en el mar, en los desiertos, en centros de detención, a manos de tratantes y contrabandistas de migrantes que ejercen su monstruoso y despiadado oficio.

Pero también cada día la indiferencia ante el abuso y la explotación que nos rodean se cobra numerosas víctimas. Desde el sector de la construcción al de la producción de alimentos o de bienes de consumo, incontables negocios y empresas se benefician de la miseria.

La acción multilateral ha dado lugar a avances, por medios como la Convención de Palermo y su Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente en mujeres y niños. La mayoría de los países cuentan con las leyes necesarias, y en algunos se han producido recientemente las primeras condenas por trata, pero queda mucho por hacer para llevar a las redes transnacionales de trata ante la justicia y, sobre todo, para asegurarse de que se detecte e identifique a las víctimas, y estas pueden acceder a servicios sociales y de protección adecuados.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluyen metas claras para prevenir el abuso y la explotación, eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, y erradicar el trabajo forzoso y la mano de obra infantil. En este Día Mundial contra la Trata de Personas, reafirmemos nuestro compromiso y nuestro empeño en impedir que los delincuentes exploten a las personas para obtener beneficios y en ayudar a las víctimas a reconstruir su vida.