"No podemos permitir que la corrupción amenace nuestro futuro": Yury Fedotov, Director Ejecutivo UNODC 

 

Viena, 9 de diciembre (Naciones Unidas). La corrupción afecta a las personas en su vida cotidiana. Les impide acceder a recursos y oportunidades. Erosiona la confianza en las instituciones públicas y compromete el contrato social. Al hacerlo, la corrupción frustra nuestros intentos de construir un mundo mejor.

A medida que entramos en una década de acción ambiciosa para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible a tiempo, es esencial intensificar los esfuerzos para erradicar la corrupción y promover la buena gobernanza si queremos cumplir nuestra promesa global de no dejar a nadie atrás. Ganar la lucha contra la corrupción es crear las condiciones necesarias para combatir eficazmente la pobreza y las desigualdades que se derivan de ella.

Se han logrado avances notables en los últimos quince años en la criminalización de la corrupción y la recuperación y devolución de activos robados, gracias a la Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción (UNCAC), casi universalmente ratificada. Durante diez años, la implementación de la Convención se ha beneficiado de un mecanismo único de revisión por pares, que sirve como un disparador para que los países inicien acciones legislativas, fortalezcan sus instituciones y aumenten la cooperación.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) ayuda a la comunidad internacional a traducir la Convención en acciones efectivas y avanzar en la agenda global anticorrupción. Una parte importante de esto es ayudar a los preparativos para la primera sesión especial de la Asamblea General de la ONU contra la corrupción en 2021.

Al generar un impulso inclusivo para esta ocasión clave, tenemos que escuchar las voces de los jóvenes que exigen transparencia y mover el dial al tomar medidas en sus comunidades. Debemos capturar todo el potencial de innovación en la lucha contra la corrupción, aprovechando la tecnología para monitorear, informar, crear conciencia y contrarrestar a quienes la explotan para permitir sus crímenes.

No podemos permitir que la corrupción amenace nuestro futuro. Al estar unidos contra la corrupción, defendemos la justicia, protegemos el Estado de Derecho y aumentamos las posibilidades de que todos puedan disfrutar de la prosperidad en nuestras sociedades.