Declaración del Director Ejecutivo de UNODC, Yury Fedotov, sobre el Día Internacional del Migrante, 18 de diciembre 2014

 

Viena, 18 de diciembre de 2014. Aparentemente no hay fin a los informes trágicos de los migrantes que pierden sus vidas en viajes desesperados hacia refugios más seguros. Estos peligrosos viajes realizados por cientos de miles de hombres, mujeres y niños son facilitados principalmente por redes criminales de contrabando.

Contrabandistas sujetan a los migrantes a condiciones peligrosas y abuso, y a veces a violación y tortura. Muchos migrantes son objeto de la depredación de otros delincuentes, al secuestro y la extorsión, durante el camino a sus destinos. Sus circunstancias precarias pueden hacerlos vulnerables a los traficantes de personas, que se aprovechan de su necesidad de dinero y la falta de opciones legales para inducirlos a la explotación sexual u otros trabajos forzados.

En diciembre, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito se unió a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones, la Organización Marítima Internacional y al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos para pedir medidas que detengan la pérdida de vidas, lesiones, traumatismos y graves violaciones de derechos humanos que afectan a los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados que viajan por vía marítima.

Estas obligaciones de proteger, ayudar y llevar a cabo la búsqueda y rescate aplican independientemente de la condición migratoria de las personas en peligro.

También es importante destacar que en estos esfuerzos no debemos aceptar una falsa dicotomía entre la búsqueda de criminales contrabandistas de migrantes y la protección a los migrantes.

Los Estados tienen la obligación de hacer ambas por el Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes bajo la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, que ha sido ratificada por 141 países. Una resolución para reforzar esta cooperación internacional que fue acordada por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas en julio.
El Protocolo proporciona una base sólida para una coordinación más estrecha entre los países de origen, tránsito y destino para disuadir y castigar a los traficantes, fortalecer la prevención y protección de los derechos de los migrantes, garantizando la asistencia humanitaria.

Como guardián de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y sus Protocolos contra el tráfico de migrantes y la trata de personas, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ayuda a la comunidad internacional en el desarrollo de estrategias integrales que incluyan medidas de prevención y protección.

Apoyamos un enfoque multifacético, interregional que busca construir respuestas de justicia penal en todos los países a lo largo de las rutas de contrabando, así como mejorar la capacidad de los funcionarios de primera línea, investigadores y magistrados para identificar y ayudar a los migrantes objeto de tráfico ilícito, investigar y procesar a las redes de contrabando.

De este modo podemos ayudar a llevar a los criminales ante la justicia y asegurar que las respuestas de los Estados respeten los derechos humanos, así como que reconozcan las necesidades específicas de protección de los migrantes, solicitantes de asilo y refugiados.

Los traficantes de migrantes son rápidos para explotar brechas, adaptando y cambiando sus rutas y medios de funcionamiento, según sea necesario. También es esta la razón por la que la cooperación internacional es tan crucial, para asegurar respuestas en un área y que no se limiten a cambiar las operaciones de contrabando en otros lugares o a poner migrantes desesperados en un riesgo aún mayor.

Yury Fedotov,
Director-General/Director Ejecutivo 
Naciones Unidas en Viena /
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito