ONU y Universidad Nacional concluyen Foro sobre la Solución al Problema de las Drogas Ilícitas en San José del Guaviare

Un relato sobre el Foro en San José del Guaviare

San José del Guaviare, octubre 08 de 2013. Con la participación de 301 habitantes del Meta, Guaviare y Caquetá, terminó en San José del Guaviare el Foro regional sobre la solución al problema de las drogas ilícitas, con el cual la ONU en Colombia y la Universidad Nacional cerraron el ciclo de dos foros sobre el cuarto punto del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto, tal como fue solicitado por la Mesa de Conversaciones en La Habana en sus comunicados del 26 y 28 de agosto de este año.

"Se manifestó en este foro de San José del Guaviare una voluntad general de desvincularse de la economía ilegal. Se ha reconocido aquí el gran daño que proviene de las drogas ilícitas, con un efecto nefasto desproporcional sobre las mujeres y los jóvenes", afirmó durante la clausura Fabrizio Hochschild, coordinador de las Naciones Unidas en Colombia.

"En el caso de las mujeres, escuchamos testimonios sobre cómo se incrementan la prostitución, las violaciones, el uso de mujeres como mulas y el embarazo adolescente. También escuchamos testimonios sobre  un incremento en la violencia intra-familiar" - explicó Hochschild-. "En el caso de los jóvenes, se ha visto un aumento en la deserción escolar, pérdida de la identidad campesina tradicional y del arraigo a sus territorios. Y, además, donde hay cultivos ilícitos hay una vulnerabilidad mayor al reclutamiento de niños y adolescentes para involucrarlos en actividades de producción y tráfico", afirmó.  

A su turno, el profesor Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional de Colombia, comentó que la elección de San José del Guaviare como sede del evento se relaciona con  que se trata de una región que ha vivido a fondo las complejidades del conflicto armado: cultivos ilícitos, intentos de sustitución forzosa, estigmatización y esfuerzos de sustitución concertada.

Los participantes de los dos foros (Bogotá: 24, 25 y 26 de septiembre; San José, 1, 2 y 3 de octubre) coincidieron en muchos aspectos. Por ejemplo, en la necesidad de una revisión a la política antidrogas; la afectación diferencial contra mujeres, jóvenes, poblaciones afrocolombianas e indígenas; la necesidad de sustituir las políticas de criminalización hacia los consumidores por políticas de prevención, regulación, salud y educación; y el respeto por los usos culturales y medicinales.

A diferencia del foro de Bogotá, donde no estaba prevista la participación de funcionarios públicos, en San José hubo una activa participación de autoridades locales como José Octaviano Rivera, gobernador del Guaviare; Alan Jara, gobernador del Meta; Giovani Gómez, alcalde de San José del Guaviare; Samuel Yamid Mendoza, alcalde de Puerto Rico, Meta; y Julio César Gonzalez, alcalde de Miraflores, entre otros.

La participación de pobladores directamente afectados o involucrados en la producción de hoja de coca le imprimió al encuentro de San José del Guaviare dinámicas muy propias, en particular un valioso énfasis testimonial y humano: "El foro nos ha ayudado a entender mejor la magnitud de la afectación de familias y de comunidades por el vínculo con la economía del narcotráfico y la violencia, que casi siempre son inseparables. El foro también nos ayudó a entender mejor la complejidad de alcanzar soluciones sostenibles. Lo que nos impactó fue la fuerza y persistencia de muchos individuos y comunidades para organizarse, para superar los desafíos y encontrar soluciones" afirmó Fabrizio Hochschild.

Al respecto el gobernador del Meta, Alan Jara, planteó durante la instalación del foro el 1 de octubre, que ningún campesino se mete a un cultivo de uso ilícito por gusto. "Si tuviera otras opciones tendría otras alternativas". Este sentimiento fue ratificado por el alcalde de San José del Guaviare, Giovani Gómez, quien resaltó cuán importante es que en La Habana se hubiese tomado la decisión de hacer el foro en el Guaviare, a dónde debe dirigirse la mirada del Estado. "Se necesitan vías para poder transportar y comercializar los productos en forma segura. El único producto que tiene un mercado y vías seguras es la coca", dijo el Alcalde.

"La coca no ha traído sino problemas, violencia y pobreza"; "las mujeres hemos sido víctimas del conflicto pero también de los cultivos de uso ilícito"; "la coca acabó con las amistades y encareció el mercado ya que subió el precio de todos los productos"; "promovió la deserción escolar y nos hemos ido quedando sin estudiantes"; "se transformaron los valores sociales"; "aparecieron un montòn de viudas muy jóvenes, ya madres adolescentes" ; "la coca se lleva en un bulto al hombro por cualquier trocha, pero para llevar ganado se necesita un camión por caminos tan malos, que se voltean con los animales adentro"; "en un viaje de aquí a Guamal cada res pierde entre 60 y 70 kilos"; "necesitamos vías y la interconexión eléctrica del sector rural", fueron algunos de los testimonios más recurrentes en los diversos grupos de trabajo.

ALGUNAS PROPUESTAS DE ANALISTAS Y ORGANIZACIONES

Como lo planteó un primer resumen de los organizadores durante la clausura, en San José del Guaviare se escucharon historias de colonización, de despojos y exclusión, de desplazamientos forzados y masacres, de muchas promesas incumplidas y frustraciones. Pero también de esperanzas. "Los pobladores nunca han perdido la esperanza de ser escuchados. Sus propuestas son plausibles y sostenibles, pero aún se privilegias medidas de fuerza a problemas eminentemente sociales", plantea este resumen preliminar.

Entre estas propuestas planteadas por los participantes en las mesas de trabajo se incluyen, por ejemplo, que se realice una fuerte inversión en vías primarias, secundarias y terciarias; la supresión de las fumigaciones y las erradicaciones forzadas; avanzar en procesos sostenidos de erradicación manual, concertada y gradual; revisar la política antidrogas con base en el respeto por los derechos humanos y la protección del medio ambiente; una adaptación de la justicia transicional que permita la no criminalización de los cultivadores y de sus organizaciones, así como  orientar la política criminal hacia la comercialización y el tráfico de estupefacientes; castigar las actividades empresariales ligadas al narcotráfico;  enfoques diferenciales de género y étnico en la formulación y aplicación de los programas de desarrollo alternativo; el uso de los bienes y recursos incautados a la mafia para el financiamiento de proyectos productivos; y trabajar en una cualificación técnica real de los pequeños productores.

Absalón Machado, asesor del PNUD, recordó que cuando una actividad se declara ilícita se generan conflictos, violencia e inseguridad alimentaria: "es el momento de replantear o de buscar alternativas al prohibicionismo que faciliten normas de transición para los cultivos de uso ilícito que no impongan la judicialización de los campesinos", propuso. "La solución al problema de los cultivos ilícitos debe ser conjunta, entre el Estado y la comunidad. Sólo así podría haber una solución definitiva", añadió.

La profesora María Clemencia  Ramírez, investigadora honoraria del Instituto Colombiano de Antropología e Historia, explicó cómo en el imaginario nacional prima la representación de esta región oriental del país como inaccesible por sus características geográficas indómitas, un territorio donde el vacío, la precariedad o la presencia diferencial y desigual de las instituciones del Estado, se pone en evidencia.

Ramírez resaltó que Colombia es el único país de la Región Andina que permite la fumigación de los cultivos de coca con glifosato, "legitimado en la representación que se ha construido de este territorio amazónico como un lugar donde domina la ilegalidad (grupos armados, narcotráfico),  lo cual conlleva a la criminalización y estigmatización del pequeño cultivador, a diferencia de los campesinos e indígenas del Perú y Bolivia".

El investigador y escritor Alfredo Molano relató la llegada de la coca a estos departamentos, con personajes -como el llamado "manteco Murcia"-, y los diversos procesos de colonización, incluida la desmovilización de los guerrilleros de los años 50 que cambiaron armas por tierra y a quienes el gobierno de la época invitó con "un váyanse al sur". De ese modo fue ampliándose la frontera agrícola. Respecto a la propiedad sobre la tierra, Molano explicó que ésta no se manejaba con títulos sino con cartas-venta. Con relación al cultivo de hoja de coca, "los colonos no buscaron la coca, la coca les llegó", recordó Molano-.

El académico Darío Fajardo resaltó cómo las conversaciones de paz que se adelantan en La Habana han permitido que el tema agrario volviese a la agenda pública. Relató que la colonización ha formado parte de la construcción de los territorios, destacando la cultura asociativa en los Llanos y la Amazonia de Colombia. "Los campesinos son fundamentales en la construcción del futuro de Colombia", afirmó.

A su turno, el general retirado Rafael Colón señaló la importancia de demarcar la política de consolidación de la política de defensa. También resaltó la urgencia de fortalecer la coordinación institucional gubernamental-regional-local, que a su vez debería impulsar proyectos basados en enfoques de desarrollo integral.

EXPERIENCIAS REGIONALES SOBRE LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA DE LAS DROGAS ILÍCITAS EN UN ESCENARIO DE CONSTRUCCIÓN DE PAZ

Durante el foro se presentaron experiencias concretas de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito, varias de ellas apoyadas por agencias de las Naciones Unidas, así como por administraciones locales y regionales, y otras instituciones del Estado.

Entre los participantes se destacó la asociatividad como una de las estrategias generadas por los campesinos para alejarse de los cultivos ilícitos, fortalecer su interlocución con las diversas instancias del Estado,  protegerse ante los actores armados ilegales y promover iniciativas de construcción de paz.

Los asistentes conocieron interesantes casos asociativos como el  Sindicato de Pequeños y Medianos Agricultores del Guaviare; la Asociación de Productores por el Cambio del Modelo Económico del Guaviare, Asoprocegua; la Zona de Reserva Campesina de Calamar/El Retorno del Guaviare; la experiencia de sustitución de cultivos CHOCAGUAN del Caquetá; y la Sociedad Agropecuaria del Guaviare SOAPEG.

Estos esfuerzos en busca de alternativas sostenibles de trabajo lícito han llevado a campesinos e indígenas comprometidos con esfuerzos de sustitución voluntaria de cultivos a muchos intentos -unos exitosos, otros fracasados- de producción limpia y diversificada: frutos amazónicos, productos no maderables del bosque, cacao, piscicultura, ají, caucho, entre otros.

Es el caso de Chocaguán, Premio Nacional de Paz 2004, donde los campesinos plantean claramente que debe crearse confianza entre las organizaciones y el Estado, a pesar de las grandes frustraciones y promesas incumplidas. De hecho, su representante contó cómo después de ver fumigada las plantaciones realizadas en proceso de sustitución, un campesino planteó lo que hoy guía el trabajo de esta asociación: "No hay que pensar en lo que se perdió sino en lo que nos queda".

Chocaguán compartió así lecciones aprendidas desde sus inicios en 1998: entre los campesinos debe existir unidad de intereses y capacidad para superar los obstáculos; siempre deben defenderse los derechos humanos; una salida importante a los cultivos ilícitos está en la sustitución gradual, voluntaria y apoyada por el Estado; los productos alternativos deben tener un enfoque diferenciado en lo cultural, de género y regional; debe fortalecerse el trabajo entre redes sociales; los campesinos requieren un sistema de investigación participativa y aplicada; los proyectos de los campesinos deben articularse a los planes de desarrollo territorial. También hicieron un llamado a la promoción de la investigación científica sobre los usos benéficos y lícitos de la hoja de coca.

Por ello, Fabrizio Hochschild destacó: "Escuchamos, por ejemplo, cómo para algunos cultivadores de plátano el costo de llevarlo al mercado era mayor que el precio de venta. Escuchamos cómo proyectos de lácteos fracasaron por falta de acceso al mercado y de electricidad confiable.  La falta de vías y la falta de electricidad rural o de electricidad confiable son grandes factores que impiden el desarrollo de alternativas económicas lícitas. Otro problema fundamental es la gran falta de titulación formal que impide el acceso a créditos y a veces incluso de proyectos de sustitución".

LA ESPERANZA

A pesar de tantos años de frustraciones y las continuas iniciativas presentadas a los gobiernos nacional, regional y al sector privado, los asistentes al Foro de San José del Guaviare siempre manifestaron un inmenso entusiasmo por participar y una infatigable esperanza en que en algún momento la región vivirá un cambió hacia el desarrollo sostenible. "El diálogo en La Habana es la esperanza de los campesinos de toda Colombia. Los soldados y los guerrilleros son hijos de campesinos. Necesitamos la paz para que no sigan muriendo", afirmó el alcalde de Puerto Rico, Samuel Yamid Mendoza.

Por su parte, Julio César González, alcalde de Miraflores, manifestó durante la clausura del evento que  "este foro es una continuación de lo que hemos vivido desde hace más de 15 años: las mismas peticiones, la misma problemática. Pero ojalá sea ésta la oportunidad para que de una vez por todas los campesinos puedan ver soluciones que permitan el desarrollo de nuestras regiones".

Carlos Medina, en nombre del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz de la Universidad Nacional, en sus palabras de cierre señaló los muchos aprendizajes que este Foro había dejado a los organizadores y a cada uno de los asistentes, y cómo en todas las mesas de trabajo se rechazó cualquier forma de violencia: "aprendimos en este foro que cultivador no es sinónimo de delincuente y la necesidad de la presencia de un Estado capaz de escuchar las necesidades de la gente", dijo.

De este modo, con los foros de Bogotá y San José del Guaviare, las Naciones Unidas y la Universidad Nacional cumplieron la solicitud de la Mesa de Conversaciones. Una vez se entreguen las relatorías y propuestas de los asistentes a los negociadores en La Habana durante las próximas semanas, concluirá este tercer ciclo de foros, precedido por el Foro sobre participación Política (abril 2013) y el Foro sobre Desarrollo Agrario (diciembre de 2012).

"Muchos dijeron que con un acuerdo de paz habrá una gran oportunidad para salir de la maldición histórica iniciada en los años ochenta con los cultivos de coca. Un acuerdo paz permitirá una mayor presencia del estado, mayor seguridad y mayor inversión en las regiones para  su desarrollo social y económico" concluyó a su turno Fabrizio Hochschild.

Nota elaborada por el equipo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Colombia -PNUD-

Palabras Fabrizio Hochschild, cierre foro Drogas Ilícitas en San José del Guaviare

Conferencia profesora María Clemencia Ramírez

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