Grupo de manos juntas en un gesto de unión y solidaridad.

EL RETO

Las personas que usan drogas tienen múltiples vulnerabilidades a VIH, tuberculosis, hepatitis C y otras infecciones. Mas de once millones de personas se inyectan drogas de ellas más de 1.5 millones viven con VI y 5.6 millones viven con hepatitis C. En cuanto a las drogas estimulantes existe una asociación entre el uso de estimulantes y un aumento de las conductas sexuales de alto riesgo.
Las prisiones se caracterizan por una prevalencia relativamente alta del VIH, el virus de la hepatitis B y C y la tuberculosis, así como por un riesgo elevado de contraer dichas enfermedades y un acceso reducido a los servicios de salud.

¿QUÉ HACEMOS?

El trabajo de UNODC en el área de VIH y SIDA se enfoca principalmente en garantizar el acceso universal a las medidas de prevención, tratamiento, cuidado y apoyo para personas que consumen drogas o que viven y/o trabajan en prisiones y/u otros establecimientos cerrados. En muchos países de Latinoamérica y el Caribe, así como también globalmente, la prevalencia del VIH/SIDA en las prisiones excede la prevalencia en las comunidades y, en este contexto, UNODC tiene como objetivo asistir a los países para asegurar que los tratamientos para HIV disponibles en las prisiones no estén por debajo de los estándares de aquellos ofrecidos en las comunidades.
Como parte de los aportes de UNODC en la región se   ha establecido el Observatorio de VIH y Cárceles para Latinoamérica .  El Observatorio se ha enfocado específicamente en compilar y difundir información existente sobre la materia, así como promover y canalizar las investigaciones en curso hacia la obtención de respuestas efectivas y eficaces para el problema del VIH/SIDA en las prisiones.
Grupo de jóvenes participando en un evento de UNODC.