29 de diciembre de 2009 - A medida que nos acercamos al final del año 2009, la UNODC vuelve a examinar su labor a nivel mundial de promoción de la justicia, la integridad, la salud y la seguridad. He aquí 10 esferas en las que se advierte la influencia de la UNODC.
1. Menos vulnerabilidad ante la delincuencia organizada
La delincuencia organizada transnacional constituye una de las principales amenazas a la seguridad. La UNODC contribuye a reducir la vulnerabilidad de los Estados a la delincuencia organizada prestándoles asistencia para la aplicación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción y la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. Ofrece asistencia jurídica y técnica, elabora informes basados en pruebas, promueve la cooperación regional e impulsa la adopción de medidas en el plano nacional e internacional dirigidas a prevenir y combatir la delincuencia organizada.
2. La contención del problema mundial de las drogas
Durante los últimos decenios, la UNODC ha ayudado a contener el problema mundial de las drogas. Promueve el desarrollo alternativo para que los Estados logren erradicar no solamente los cultivos ilícitos sino también la pobreza. Promueve la cooperación regional y nacional para desarticular el tráfico de drogas. La UNODC, se esfuerza además, por reducir la demanda de drogas, por ejemplo, a través de un programa ejecutado conjuntamente con la Organización Mundial de la Salud cuya finalidad es ofrecer acceso universal al tratamiento antidroga. Como entidad copatrocinadora del Programa conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), se empeña en prevenir la propagación del VIH entre los consumidores de drogas por inyección.
3. La lucha contra una forma contemporánea de la esclavitud
En todo momento, millones de personas objeto de trata son víctimas de explotación. Los delincuentes obtienen a sus víctimas mediante la fuerza, el rapto o el fraude, y las explotan de diversas formas, entre ellas, la prostitución, los trabajos forzados y la extracción de órganos. Ningún país está libre. La UNODC presta asistencia a los Estados a fin de prevenir este delito, proteger a las víctimas y enjuiciar a los autores conforme al Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños. Consigue, además, apoyo amplio del sector privado, la sociedad civil y los medios de información para combatir las formas contemporáneas de la esclavitud a través de la Iniciativa Mundial de las Naciones Unidas para luchar contra la trata de personas (UN.GIFT) y la Campaña Corazón Azul. La UNODC procura, además, ampliar la información y el análisis de este delito, por ejemplo, a través de la publicación, en 2009, de la primera evaluación a nivel mundial de la trata de personas.
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4. Garantía de la seguridad de los contenedores
Cada año circulan en el mundo más de 420 millones de contenedores marítimos, prácticamente sin inspeccionar. Pero las agrupaciones de la delincuencia organizada y el terrorismo pueden utilizar los contenedores con fines delictivos. La UNODC y la Organización Mundial de Aduanas han establecido un Programa de fiscalización de contenedores para ayudar a los gobiernos a fiscalizar el movimiento de la carga marítima. Se presta asistencia a través del Programa a equipos portuarios encargados de combatir el tráfico (en el Ecuador, Ghana, el Pakistán, Panamá y el Senegal, por ejemplo) a fin de establecer sistemas de elaboración de perfiles y técnicas modernas de fiscalización para inspeccionar contenedores de alto riesgo. En el marco de la ejecución del programa se han realizado importantes incautaciones.
5. Asistencia al África occidental, región amenazada
El África occidental ha pasado a ser una importante vía de tránsito de remesas de cocaína cuyo valor asciende a cientos de millones de dólares. Las remesas se introducen de contrabando de América Latina y van destinadas a un floreciente mercado europeo. Los traficantes de drogas, que actúan impunemente en la mayoría de los casos, engendran una corrupción generalizada y representan una amenaza para la seguridad de la región. La UNODC fue el primer organismo que dio la voz de alarma y encabezó las labores de creación de capacidad nacional y cooperación regional para reducir la vulnerabilidad del África occidental a las drogas y el delito.
6. Creación de sistemas penitenciarios humanos
En muchas cárceles del mundo hay problemas de hacinamiento, y a menudo hay personas detenidas en régimen de prisión preventiva. Las condiciones en otras cárceles están muy por debajo de las normas internacionales mínimas. Como parte de su mandato de prestar asistencia a los Estados a fin de que respeten el estado de derecho mediante sistemas de justicia penal imparciales y eficaces, la UNODC da apoyo a los gobiernos en el ámbito de la reforma penitenciaria. Ello incluye reducir el número de detenidos en régimen de prisión preventiva, mejorar la administración de las cárceles, proponer medidas sustitutivas del encarcelamiento y prestar asistencia para la reinserción social de los presos. La UNODC también pone empeño en velar por que los presos reciban una atención de salud adecuada, en particular en lo que respecta a la prevención y el tratamiento del VIH y el uso indebido de drogas.
7. La vigilancia de cultivos ilícitos
Las publicaciones de la UNODC sobre cultivos ilícitos, como la adormidera y el arbusto de coca, se consideran el patrón de referencia en las investigaciones en esta esfera, y constituyen un aporte para una política firme basada en conocimientos. Los gobiernos, los medios de información e incluso los servicios de inteligencia se basan en estos autorizados estudios sobre cultivos y análisis de tendencias. La información obtenida mediante imágenes de satélite o investigaciones sobre el terreno sirve para que los gobiernos adopten estrategias encaminadas a combatir el cultivo ilícito. A fin de vigilar los cultivos, la UNODC colabora con los principales países productores, a saber, Colombia, el Perú y el Estado Plurinacional de Bolivia en el caso del arbusto de coca, el Afganistán, Myanmar y la República Democrática Popular Lao en el caso del opio, y Marruecos en el caso del cannabis.
8. La recuperación de activos robados
En el último decenio se ha ampliado la lista de dirigentes corruptos que han sustraído miles de millones de dólares de los países que gobernaban. La UNODC, con la colaboración del Banco Mundial, presta asistencia a los países pobres para recuperar activos robados que pueden destinarse luego al desarrollo. La Iniciativa para la recuperación de activos robados (StAR) promueve la cooperación entre países en desarrollo y países desarrollados, y entre el sector público y el privado, a fin de lograr la repatriación de los activos robados. La Iniciativa tiene por finalidad reducir la vulnerabilidad a este delito, eliminar los refugios seguros para el dinero sucio y ayudar a los países a que recuperen sus fondos.
9. Prevención del delito en aras de la paz
Incluso con fuerzas de mantenimiento de la paz de miles de efectivos y millones de dólares de asistencia, la paz no puede imperar en países aquejados de problemas si no se basa en el estado de derecho. La UNODC pone empeño, por consiguiente, en fortalecer los sistemas de justicia penal en situaciones de conflicto y posteriores a un conflicto, como en el Afganistán, Guinea-Bissau, Haití, Somalia y el Sudán. Presta también asistencia a Estados y organizaciones para que realicen evaluaciones de la amenaza que representa la delincuencia organizada a fin de evitar que quienes buscan el conflicto y medran bajo la inestabilidad perturben los procesos de consolidación y mantenimiento de la paz.
10. Fortalecimiento de la seguridad regional
Los Estados deben trabajar de consuno para hacer frente a las amenazas transnacionales. La inestabilidad en un país puede extenderse a la región y pasar a ser una amenaza a la seguridad internacional. La UNODC ejecuta varios programas regionales encaminados a reducir la vulnerabilidad a las drogas y el delito. Esos programas cuentan con el apoyo de declaraciones regionales, a nivel ministerial, y planes regionales de acción, por ejemplo, en el Caribe, América Central y el África occidental. La UNODC ha promovido la creación de un centro regional de intercambio de inteligencia en el Asia central y una plataforma de cooperación triangular en materia de lucha contra los estupefacientes que integran el Afganistán, la República Islámica del Irán y el Pakistán.
