Declaración del Director Ejecutivo de la UNODC, Yury Fedotov, en el Día Mundial contra la Trata de Personas

Viena, 30 de julio de 2019 (Naciones Unidas) - La trata de personas es un delito y una violación que no debería tener lugar en nuestro mundo. Sin embargo, entre 2003 y 2016 se detectaron 225.000 víctimas de trata y hay muchas, muchas más víctimas ocultas que necesitan nuestra ayuda.

La trata de seres humanos ocurre en todos los países. Prospera en situaciones en las que el Estado de derecho es débil y la gente carece de oportunidades. Las crisis humanitarias y los conflictos crean un entorno en el que los tratantes se aprovechan fácilmente de los vulnerables. Según el último Informe Global sobre la Trata de Personas, casi tres cuartas partes de todas las víctimas de la trata detectadas en todo el mundo son mujeres. El 30% son niños.

El Día Mundial contra la Trata de Personas de este año es una oportunidad para llamar a los gobiernos a la acción, para proteger a las víctimas y sus derechos, y hacer que los perpetradores sean debidamente procesados y cumplan su condena.

La comunidad internacional ha hecho algunos progresos. El Protocolo de la Convención de Palermo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños ha estado en vigor durante más de 15 años. Ha ayudado a impulsar la acción legislativa, lo que ha permitido mejorar la detección de las víctimas de la trata, respuestas más eficaces de la justicia penal, mejores perspectivas de enjuiciamiento y medidas reforzadas de protección de las víctimas. Más y más víctimas están siendo identificadas en todo el mundo, y el número de países que informan de condenas por trata de personas sigue aumentando. Pero debemos continuar presionando.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) apoya a los países en la prevención y la lucha contra la trata de personas mediante la aplicación del Protocolo contra la Trata de Personas. La UNODC coordina el Grupo Interinstitucional de Coordinación contra la Trata de Personas y gestiona el Fondo Fiduciario de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Trata de Personas. Y a través de la Campana Corazón Azul, los gobiernos, y también el sector privado y los ciudadanos preocupados, pueden involucrarse ayudando a las víctimas a convertirse en sobrevivientes.

La lucha contra la trata de seres humanos nos acerca a la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los cuales hacen un llamado para que se eliminen todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, se combata la delincuencia organizada y erradique el trabajo forzoso, el abuso, la explotación y la violencia contra los niños. Combatir este flagelo mundial significa construir una sociedad que no deje a nadie atrás.

En el Día Mundial contra la Trata de Personas, hagamos un llamamiento a nuestros gobiernos para que intensifiquen las respuestas y brinden a las víctimas el apoyo y la justicia que merecen.