Apoyo al desarrollo de capacidades de la Policía Comunitaria

Entre el 12 y el 23 de marzo se realizó un ciclo de tres talleres sobre "Liderazgo Mediador para Policía Comunitaria" con una duración de tres jornadas respectivamente. La iniciativa fue apoyada por el proyecto "Apoyo a la Prevención del Crimen y a la Reforma de la Justicia Penal - GLO/T63" ejecutado por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), con el financiamiento de la Cooperación Canadiense y coordinada por la Comandante de la Estación Policial Integral Cotahuma y la Dirección Especial de Seguridad Ciudadana del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz.

La Policía Comunitaria, implica una concepción filosófica distinta, sustentada en una Policía preventiva y proactiva  antes que reactiva y represiva. Se trata de un cambio en la organización del servicio de policía y la aplicación de nuevos criterios en materia profesional con el objeto de enfrentar la criminalidad y garantizar la convivencia pacífica. Es un proceso de reforma a largo plazo, que requiere el cambio en la cultura de la institución policial, pues no solo implica cambios en los procedimientos operativos, sino en la adaptación de las estructuras, la asignación de tareas y sobre todo el cambio del comportamiento y actitudes de los policías frente a su función.

Este cambio requiere del desarrollo de capacidades para que la Policía pueda acercarse efectivamente a la comunidad y lograr que esta comprenda la importancia del modelo de policía comunitaria y así ambos coadyuvarán y participarán en la tarea común de mejorar la seguridad de todos.  Este concepto simple, pero difícil de implementar, necesita de un cambio de actitud dentro de la policía y en el seno mismo de las comunidades a las que esta institución sirve.

Durante tres jornadas los participantes tuvieron la oportunidad de conectar con nuevas prácticas e ideas  que les permitieron experimentar un Liderazgo Mediador, caracterizado por su habilidad de ser reflexivo y propositivo en vez de reactivo; por una visión integral que le permite un acercamiento más completo, práctico y creativo a los desafíos que plantean los distintos problemas abordados por la policía comunitaria; una escucha activa a través de la cual pueda conectar con las personas involucradas, en lugar de tratar de imponer su voluntad o poner distancia en base a jerarquía; capacidad de indagación apreciativa y diálogo para relacionarse con su comunidad.

En líneas generales, los participantes expresaron que esta experiencia les ha permitido profundizar en su propia transformación, integrando los recursos personales inexplorados y que culminaron la misma con nuevas ideas y herramientas para su práctica; y sobre todo, con una inspiración re-enfocada y articulada a un conjunto de principios y herramientas prácticas para el ejercicio de policía comunitaria.