Declaración de la Directora Ejecutiva de UNODC con motivo del Día Internacional de Nelson Mandela

 

Viena, 18 de julio de 2020 (Naciones Unidas). Hoy celebramos la causa de la justicia y el compromiso de un hombre que mejoró la vida de millones.

Nelson Mandela, y su creencia en la dignidad humana y la igualdad de todos, nos sigue inspirando.

UNODC se enorgullece de ser el custodio de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el tratamiento de las personas privadas de la libertad, conocidas como las Reglas de Nelson Mandela, en honor a un héroe que fue encarcelado durante 27 años por defender los derechos de todas las personas.

Adoptadas por la Asamblea General de la ONU en 2015, las Reglas de Nelson Mandela enfatizan que los prisioneros siguen siendo parte de nuestra sociedad. Tenemos una responsabilidad colectiva por el trato humano de los reclusos y la reintegración social. Y debemos valorar el trabajo del personal penitenciario, que brinda un servicio social que con demasiada frecuencia no se reconoce.

La crisis de COVID-19 ha puesto de relieve el hacinamiento en las cárceles, las malas condiciones y la falta de recursos, y los graves riesgos que estas deficiencias representan para 11 millones de personas en las cárceles de todo el mundo, y para la salud de todas las comunidades.

En respuesta, UNODC está ayudando a más de 50 países a prevenir o detener la propagación del virus en las cárceles al proporcionar capacitación, equipo de protección y asistencia médica, como parte de nuestro apoyo integral para implementar las Reglas de Nelson Mandela.

UNODC también está trabajando con los Estados Miembros para reducir el hacinamiento en las cárceles mediante procedimientos eficientes de justicia penal y un mayor uso de medidas no privativas de libertad.

Para superar la crisis de COVID-19 y mitigar los riesgos futuros, debemos mejorar las condiciones de la prisión y la forma en que se trata a los prisioneros, y abordar cómo se utiliza la prisión.

En el Día 2020 de Nelson Mandela, nos comprometemos a estar a la altura del legado de Mandela, cumplir con nuestro deber de cuidado y no dejar a nadie atrás.