Responsabilidad Compartida nombra 17 nuevos 'Embajadores de Medio Ambiente'

El Programa de Responsabilidad Compartida, que conforman UNODC y la Dirección Nacional de Estupefacientes, con el apoyo de la embajada de Estados Unidos en Colombia, nombró a 17 personalidades nacionales como Embajadores de Medio Ambiente.

Los nuevos Embajadores son los presidentes de Bancolombia, Carlos Raúl Yepes; Biomax, Ramiro Sánchez; y McDonalds Colombia, Juan Carlos Paba; así como el empresario de la televisión Jorge Baron, y la presidenta de Artesanías de Colombia, María Fernanda Valencia.

También se unió la Universidad Agraria, la campeona mundial de patinaje Cecilia Baena, la fotógrafa naturalista Cristina Uribe, los comunicadores sociales María Andrea Vernaza, Rosa María Corcho, Darío Restrepo, y Germán Espinel; y los artistas Helga Díaz, Julián Román y Luis Felipe Cortés.

Los nuevos Embajadores de Medios Ambiente recibieron este título de manos del Representante de UNODC en Colombia, Aldo Lale-Demoz; el Director Nacional de Estupefacientes, Juan Carlos Restrepo; y el Ministro Consejero de la Embajada Americana, Perry Holloway.

Con este nombramiento los actores, deportistas y empresarios condecorados se comprometieron a difundir el mensaje de prevención del uso de drogas y el impacto negativo que este deja en el medio ambiente.

"Ustedes multiplicarán el mensaje de manera clara y efectiva, mostrándole al mundo una Colombia biodiversa, una Colombia con 640,000 km de bosques tropicales, potencia mundial en agua, oxígeno y número de especies vegetales por hectárea" les dijo a los nuevos embajadores el Representante de UNODC en Colombia, Aldo Lale-Demoz.

La iniciativa de Responsabilidad Compartida busca llamar la atención en la población (especialmente en los consumidores) sobre la devastación de los bosques y la contaminación de ríos en el territorio colombiano a causa de los cultivos ilícitos y la fabricación de narcóticos.

A pesar de la tendencia de reducción de cultivos ilícitos en las selvas y bosques colombianos en los últimos años, el narcotráfico aún sigue amenazando el medio ambiente y la biodiversidad de nuestro país, debido a que en los últimos años se han desplazado estos cultivos a los Parques Nacionales Naturales, los cuales son santuarios de diversidad y fábricas de oxígeno del planeta. Según datos del último informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, solamente entre los Parques Paramillo (ubicado entre los departamentos de Córdoba y Antioquia), La Macarena (en el departamento del Meta) y Nukak (en el Amazonas), han aumentado en más de 900 las hectáreas cultivadas con este tipo de cultivos. Esto significa que se ha deforestado gran parte de estas reservas naturales, y los agroquímicos usados y vertidos en la tierra y en los ríos han dejado daños que tomarán cientos de años en recuperar.