"Los sistemas penitenciarios que operan en condiciones de hacinamiento no pueden ser eficaces en el cumplimiento de sus objetivos": Directora de Operaciones UNODC 

En un artículo de opinión publicado en el diario EL UNIVERSAL de México, la Directora de la División de Operaciones de UNODC, Miwa Kato, plantea un análisis sobre las alternativas de reducción el delito en nuestras sociedades, haciendo especial énfasis en la reincidencia delictiva entre quienes pasaron por el sistema penitenciario.

El incremento de los costos en la gestión penitenciaria y el fracaso en la reducción de los porcentajes de reincidencia desafía a los Estados a repensar en el enfoque actual. 

En Colombia, la reincidencia delictiva es uno de los grandes problemas que aquejan al sistema penal y que preocupa a las autoridades del país andino. Según las últimas cifras del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), se han registrado 56.820 casos de reincidencia en lo que va corrido del 2021.

El hacinamiento es uno de los principales problemas de los sistemas penitenciarios en América Latina. En Colombia, según el INPEC, hay sobrepoblación de privados de la libertad. Con una capacidad para 80.156 internos, los centros carcelarios del país albergan actualmente 124.188 reclusos, lo que implica un hacinamiento del 19.9 %.

Los sistemas penitenciarios que operan en condiciones de hacinamiento no pueden ser eficaces en el cumplimiento de sus objetivos. Como consecuencia de la sobrepoblación, los limitados recursos asignados a un centro penitenciario se agotan y las condiciones de encarcelamiento se vuelven inaceptables. Aumentar la inversión para la construcción de más prisiones claramente no es la respuesta. La respuesta es debatir cuidadosamente cómo NO enviar a las personas a prisión. El interés público en una mayor seguridad y justicia está mejor enfocado si se buscan seriamente alternativas al encarcelamiento y a las sentencias.

Las Reglas Nelson Mandela establecen que el objetivo primordial de la privación de la libertad es proteger a la sociedad del crimen y preparar a las personas para su reinserción.

Para lograr este objetivo, la señora Kato propone cuatro estrategias:

  1. Reducir el número de personas que son puestas tras las rejas; asegurarnos que las personas que puedan beneficiarse de las medidas no privativas de la libertad no terminen en prisión para evitar la sobrepoblación.
  2. Fortalecer las capacidades de las instituciones de justicia criminal para asegurar el uso de medidas alternativas al encarcelamiento y promover la justica restaurativa.
  3. Fortalecer la gestión penitenciaria para que se enfoque en la reinserción social de las personas privadas de la libertad y mejorar las condiciones carcelarias de acuerdo con los estándares internacionales.
  4. Promover el compromiso público que permita la reinserción social de las personas excarceladas, para adoptar un enfoque comunitario para reducir el delito y la reincidencia.

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) cuenta con las herramientas y los conocimientos para transformar las estrategias en políticas y planes de acción. Con el compromiso de gobiernos, sociedad civil, sector privado y ciudadanía es posible cambiar la manera en que opera el sistema penitenciario.

Repensar el encarcelamiento, plantea la necesidad de reformular respuestas al delito y aprovechar todos los mecanismos de justicia establecidos en la ley nacional y los tratados internacionales. Así, se pondrán los cimientos de sociedades más justas y seguras.

Artículo original: eluniversal.com.mx/opinion/miwa-kato/repensar-el-encarcelamiento-una-tarea-pendiente