Declaración del Director Ejecutivo de UNODC, Yury Fedotov, para el Día Mundial de las Naciones Unidas contra la Trata de Personas, 30 de julio de 2014

 

Viena, 29 de julio 2014. No pasa un solo día sin un nuevo reporte de mujeres, hombres y niños que son vendidos a la esclavitud moderna; obligados a trabajar en fábricas, campos y burdeles, ocultos a plena vista en los países más ricos del mundo, y en los más pobres.

La trata de personas se aprovecha de los sueños de millones que desean una vida mejor para ellos y sus hijos. Los traficantes le roban la esperanza convirtiendo a las personas en mercancía de un comercio pérfido que, a pesar de nuestros esfuerzos, sigue operando con impunidad.

Este 30 de julio vamos a celebrar el primer Día Mundial de las Naciones Unidas contra la trata de personas. El día tiene como objetivo dar a conocer la situación de las víctimas de trata de personas y ayudar a promover y proteger sus derechos. Es una oportunidad para expresar nuestra solidaridad con los más vulnerables, y para comprometerse en devolverles lo que se les ha arrebatado: la esperanza.

Porque la verdad es que todavía estamos lejos de ganar esta batalla.

El Protocolo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños, bajo la Convención de Naciones Unidas contra el Crimen Organizado Transnacional entró en vigor hace una década.

En este tiempo hemos logrado mucho. En 2003, menos de la mitad de los países del mundo tenían legislación que penalizara la trata de personas. Ahora más del 90% de los países cuentan con este recurso.

Sin embargo, la legislación no siempre cumple con el Protocolo, y no cubre todas las formas de trata de personas y sus víctimas. En efecto, hay miles de millones de personas que no están protegidas adecuadamente y siguen siendo vulnerables.

Incluso cuando se promulga la legislación, la aplicación se queda corta. Desde 2007, el número de condenas reportadas a nivel mundial se ha mantenido muy baja.

Como lo muestra el Informe Global de UNODC sobre la Trata de Personas, próximo a publicarse, alrededor del 15 por ciento de los países no registró ni una sola condena entre 2010 y 2012, mientras que el 25 por ciento sólo registran entre una y 10 condenas.

Esto es de gran preocupación, ya que las condenas no sólo aseguran que los delincuentes respondan por sus crímenes. También funcionan como una señal importante a los criminales - para quienes la trata de personas es una actividad de alta rentabilidad y bajo riesgo - de que esta violación no será tolerada.

Al mismo tiempo, hemos encontrado que cada vez más las víctimas detectadas son niños, especialmente las niñas menores de 18 años.

Todos podemos hacer nuestra parte para combatir la trata de personas. Crear conciencia es clave, porque a pesar de que la trata de personas es un delito transnacional que sucede en todas partes, es un delito que se comete de forma local, en nuestros barrios y comunidades locales.

La mayoría de los traficantes condenados - los reclutadores, transportistas y explotadores - son del mismo país que las víctimas o son nacionales del país en que se tienen las víctimas. Incluso cuando se cruzan las fronteras internacionales, los países de origen y de destino son a menudo dentro de la misma región.

Yo animo a todos a hacer y dar lo que puedan.

El Fondo Fiduciario de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Trata de Personas apoya a las organizaciones de base que ayudan directamente a las víctimas de trata de personas. El fondo se financia exclusivamente mediante contribuciones voluntarias de los gobiernos, la comunidad empresarial y las personas de buena voluntad. Cada donación cuenta.

Visibilicemos este primer Día Mundial de las Naciones Unidas contra la trata de personas haciendo más. Necesitamos más conciencia, más educación, más formación y más determinación para ver - y para - lo que está sucediendo delante de nuestros ojos.

Únase a la campaña #doyesperanza hoy y muestre su solidaridad con las víctimas de la trata de personas. www.unodc.org/endht/

Solidarícese a favor de las víctimas de la trata de personas contribuyendo al Fondo Fiduciario de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas: www.unodc.org/unodc/human-trafficking-fund.html