Declaración sobre el Día Mundial del SIDA

Director Ejecutivo de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Yury Fedotov

 

Viena, 01 de diciembre de 2019 (Servicio de Información de las Naciones Unidas) - El mundo está comprometido en una carrera contra el tiempo para acabar con el SIDA para el año 2030. Con solo una década por delante, en este Día Mundial del SIDA debemos hacer un balance y destacar soluciones, mientras recordamos al mismo tiempo a las millones de personas que han perdido la vida a causa de las enfermedades relacionadas con el SIDA.

La movilización de la acción global ha avanzado. Las nuevas infecciones por VIH han disminuido en un 16 por ciento desde 2010. Pero el progreso ha sido desigual y muchos se están quedando atrás.

Las poblaciones clave, incluidos los consumidores de drogas inyectables y las personas privadas de la libertad, así como sus parejas sexuales, representaron el 54 por ciento de las nuevas infecciones por el VIH el año pasado. El Informe Mundial sobre las Drogas de 2019 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) muestra que 1,4 millones de personas que se inyectan drogas viven con VIH. Las personas privadas de la libertad tienen cinco veces más probabilidades de vivir con esta condición que los adultos de la población general.

Los consumidores de drogas y la población penitenciaria también carecen de acceso a los servicios de prevención, diagnóstico y tratamiento del VIH. La discriminación y el estigma juegan un papel importante.

Las redes dirigidas por la comunidad pueden ayudar a subsanar las deficiencias en la prevención y el tratamiento. El tema del Día Mundial del SIDA de este año, "Las comunidades marcan la diferencia", reconoce el papel esencial que desempeñan las organizaciones comunitarias, dirigidas por aquellos a quienes sirven, en la respuesta al SIDA.

En estrecha colaboración con los países y en el marco del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA), la UNODC facilita la participación significativa de la sociedad civil y las organizaciones comunitarias en la elaboración, ejecución, vigilancia y evaluación de programas sobre el VIH para los consumidores de drogas inyectables y las personas privadas de la libertad. Al hacerlo, la UNODC promueve la salud para todos, los derechos humanos y las intervenciones con perspectiva de género.

Lograr la igualdad en el acceso a los servicios de prevención del VIH requiere que los organismos encargados de hacer cumplir la ley y la justicia, las autoridades penitenciarias centrales, las organizaciones comunitarias y la sociedad civil, así como los sectores sanitario y social, trabajen juntos. Mediante su enfoque integrado, la UNODC ayuda a los países a reunir a las partes interesadas para que puedan atender mejor a las poblaciones clave.

En el Día Mundial del SIDA, la UNODC se une al llamado mundial para fortalecer la labor de las comunidades, con el objetivo de dar fin al SIDA y poner los servicios a disposición de todos los que los necesitan. 

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