Informe mundial sobre los delitos contra la vida silvestre y los bosques 2020 de la UNODC: la pandemia de COVID-19 ha demostrado que estos delitos no sólo amenazan el ambiente y la biodiversidad, sino también la salud humana

 

Viena, 10 de julio de 2020 (Servicio de información de las Naciones Unidas) – El Informe mundial sobre los delitos contra la vida silvestre y los bosques 2020 presentado hoy por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) enfatiza la amenaza que el tráfico de especies supone para la naturaleza y la biodiversidad en el planeta. El Informe destaca el tráfico de algunas especies – pangolines, aves, tortugas, tigres, osos y muchas más. Cuando los animales salvajes son sustraídos de su hábitat natural, masacrados y vendidos ilegalmente, aumenta el potencial de transmisión de enfermedades zoonóticas, es decir, aquellas causadas por patógenos que se propagan de los animales a los seres humanos.

Las enfermedades zoonóticas representan hasta el 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes e incluyen el SARS-CoV-2 que causó la pandemia de COVID-19. Los productos que se ofrecen de las especies traficadas para el consumo humano por definición escapan todo control sanitario o higiénico; como tal, plantean riesgos aún mayores de enfermedades infecciosas. El Informe señala que los pangolines, identificados como posibles fuentes del coronavirus, son los mamíferos silvestres más traficados del mundo, y que las confiscaciones de escamas de este animal se han multiplicado diez veces entre el 2014 y 2018.

El Informe está basado en gran medida en la base de datos World Wise de la UNODC, que contiene información de casi 180,000 confiscaciones en 149 países y territorios. La base de datos muestra que cerca de 6,000 especies han sido incautadas entre 1999 y 2019, que incluyen no sólo mamíferos, sino reptiles, corales, aves y peces. También muestra que ninguna especie es responsable de más del 5% de las confiscaciones; que ningún país fue identificado como fuente de más del 9% del número total de envíos confiscados y que se han identificado presuntos traficantes de 150 nacionalidades.

Estos datos ponen de relieve el carácter global del asunto. Los crímenes contra la vida silvestre afectan a todos los países por sus repercusiones en la diversidad biológica, la salud humana, la seguridad y el desarrollo socioeconómico. Detener el tráfico de especies es un paso crucial, no sólo para proteger la diversidad biológica y el Estado de Derecho, sino para ayudar a prevenir futuras emergencias de salud pública.

“Las redes de delincuencia organizada trasnacional están obteniendo beneficios del tráfico de vida silvestre, pero son las personas en pobreza quienes pagan el precio”, afirmó la Directora Ejecutiva de la UNODC, la Señora Ghada Waly. “Para proteger a las personas y el planeta en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y para reconstruir mejor después de la crisis de COVID-19, no podemos permitirnos ignorar los delitos contra la vida silvestre. El Informe mundial sobre los delitos contra la vida silvestre y los bosques 2020 puede ayudar a mantener esta amenaza en un lugar prioritario de la agenda internacional y aumentar el apoyo a los gobiernos que adopten la legislación necesaria y desarrollen coordinación interinstitucional, así como las capacidades necesarias para hacer frente a estos delitos”.

La Comisionada de la Unión Europea, la Señora Jutta Urpilainen, agradeció a la UNODC por su trabajo y esfuerzos en la preparación del Informe. “Confirma la necesidad de que la Unión Europea apoye el Estado de Derecho y la lucha contra la corrupción. La Unión Europea sigue apoyando las acciones para poner fin a la explotación insostenible de la naturaleza, incluida la deforestación y el comercio ilegal de vida silvestre. La sostenibilidad es el núcleo del Pacto Verde Europeo: una transición inclusiva y sustentable hacia un planeta más verde y economías más fuertes con las personas en el centro. Esto incluye la conservación de los ecosistemas y de la vida silvestre, partes esenciales de una economía próspera de la vida silvestre con y para las comunidades locales”, dijo la Señora Urpilainen.

La Secretaria General de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), la Señora Ivonne Higuero, dijo que “Los datos precisos son la base de la formulación de políticas públicas. Pocas publicaciones son tan profundas como el Informe mundial sobre los delitos contra la vida silvestre y los bosques 2020. Basado en los mejores datos disponibles, incluidos los reportes anuales sobre el comercio ilegal de CITES, el Informe proporciona a los gobiernos un panorama claro de la situación y subraya la necesidad de actuar ahora para conservar nuestras especies y ecosistemas más valiosos”.

El mercado ilícito de marfil y cuerno de rinoceronte está en declive

En el Informe se indican las principales tendencias globales de los delitos contra la vida silvestre y se analizan los mercados de madera de palo de rosa, marfil, cuerno de rinoceronte, escamas de pangolín, reptiles vivos, grandes felinos y anguila europea. Sugiere que la demanda de marfil y cuerno de rinoceronte africanos está disminuyendo y que el tamaño de los mercados ilícitos de estos productos es menor de lo que se había sugerido anteriormente. Los ingresos ilícitos anuales generados por el tráfico de marfil y cuerno de rinoceronte entre 2016 y 2018 se estimaron en 400 millones de dólares y 230 millones de dólares, respectivamente.

Por otra parte, la demanda de madera de especies tropicales ha aumentado considerablemente durante las últimas dos décadas y el palo de rosa africano ha entrado en algunas cadenas de suministro ilícitas, como el comercio internacional de muebles de madera. Las confiscaciones de productos de tigre también han aumentado en los últimos años, al igual que el interés de los traficantes por otras piezas de grandes felinos que pueden utilizarse como sustitutos de esos artículos.

Los delitos contra la vida silvestre se están digitalizando

El Informe explica que, como muchos otros mercados, el comercio de vida silvestre y sus productos derivados también se ha expandido en la esfera digital. Las ventas de ciertos productos, como los reptiles vivos y artículos de hueso de tigre se han desplazado a las plataformas en línea y aplicaciones de mensajería encriptada, ya que los traficantes han encontrado nuevas formas de conectarse con compradores potenciales. El comercio en línea es particularmente difícil de combatir debido a la falta de transparencia, los marcos normativos inconsistentes y la limitada capacidad de aplicación de la ley.

Fortalecer los sistemas de justicia penal

El Informe argumenta además la necesidad de contar con sistemas de justicia penal más sólidos, enfocados a mejorar los marcos jurídicos y fortalecer el proceso fiscal y judicial.  Ilustra que las redes criminales han diversificado los recursos que explotan y trafican y utilizan las mismas redes corruptas para transportar diferentes productos de la vida silvestre, como el marfil de elefante africano y las escamas de pangolín.  Para combatir estos desafíos, el Informe enmarca la necesidad de mejorar la cooperación internacional y las investigaciones transfronterizas y sugiere que los Estados hagan mayores esfuerzos para definir los delitos contra la vida silvestre como delitos graves en conformidad con la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (UNTOC, por sus siglas en inglés) 

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El Informe mundial sobre los delitos contra la vida silvestre y los bosques está disponible en: https://www.unodc.org/unodc/en/data-and-analysis/wildlife.html (en inglés)

El Informe mundial sobre los delitos contra la vida silvestre y los bosques 2020 hace un balance de la situación actual de estos delitos, con especial atención en el tráfico ilícito de determinadas especies protegidas de fauna y flora silvestres, y ofrece una amplia valoración de la naturaleza y el alcance del problema a nivel global. Incluye una evaluación cuantitativa de los mercados y las tendencias y una serie de estudios de caso exhaustivos sobre el comercio ilícito. Si bien el primer Informe de 2016 representó la primera estimación global de la UNODC sobre la situación de los delitos contra la vida silvestre, esta segunda edición es más bien una evaluación de las tendencias y los cambios.