COVID-19: la UNODC advierte sobre el aumento de los riesgos para las víctimas de trata de personas

 

Viena, 06 de mayo de 2020 (Servicios de Información de las Naciones Unidas) – Las medidas tomadas para disminuir la propagación del nuevo coronavirus han expuesto a las víctimas de trata de personas a mayor explotación y han limitado su acceso a servicios esenciales. 

Los nuevos análisis de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) muestran cómo el confinamiento, las restricciones para viajar, las limitaciones laborales y los recortes en presupuestos están teniendo un impacto negativo, y a menudo peligroso, en las vidas de aquellas personas que ya se encontraban en situación de vulnerabilidad –antes, durante e incluso después de esta difícil situación.

“La restricción de movimiento por causa del COVID-19, el desvío de los recursos de las fuerzas de la ley y la reducción de los servicios sociales y públicos, han ocasionado que las víctimas de trata de personas tengan aún menos oportunidades de escapar y encontrar ayuda. A medida que trabajamos juntos para superar esta pandemia mundial, los países necesitan mantener los albergues y las líneas telefónicas de auxilio abiertas, asegurar el acceso a la justicia y prevenir que las personas en situación de vulnerabilidad caigan en manos del crimen organizado”, expresó la Directora Ejecutiva de la UNODC, la Señora Ghada Waly.

“La UNODC está apoyando a los gobiernos y las organizaciones no gubernamentales (ONG) aliadas en todo el mundo para que las instituciones que combaten la trata de personas continúen realizando sus labores esenciales en condiciones seguras y asegurar que las víctimas de este delito puedan recibir la ayuda que necesitan”, añadió.

Algunas víctimas que han sido rescatadas no pueden volver a sus hogares porque las fronteras están cerradas debido a la pandemia. Otras, se enfrentan a demoras en los procedimientos legales y a una reducción del apoyo y la protección de los cuales dependen, mientras que algunas están en riesgo de mayor abuso o de ser abandonadas por sus propios captores. 

Los aliados de la UNODC han reportado que más niños y niñas están siendo forzados a salir a las calles en busca de alimentos e ingresos, lo que incrementa su riesgo de explotación. El cierre de escuelas no sólo ha dificultado el acceso a la educación, sino que también en algunos casos ha impedido el acceso a lo que era la principal fuente de refugio y alimentación.

“Al mismo tiempo, están emergiendo nuevas oportunidades para que el crimen organizado se beneficie de las crisis”, afirma el Jefe de la Sección de Trata de Personas de la UNODC, el Señor Ilias Chatzis. “Esto significa que los tratantes pueden volverse más activos y aprovecharse de personas que son incluso más vulnerables que antes, pues han perdido su fuente de ingresos debido a las medidas para controlar el virus.”

En algunos países, los recursos para hacer cumplir la ley están siendo desviados de la lucha contra la delincuencia hacia áreas relacionadas con la contención de la pandemia; los servicios para asistir a las víctimas de trata están siendo reducidos al mínimo, o han sido cancelados.

“Sabemos que las personas en situación de vulnerabilidad son más propensas a contraer el virus, y que tienen menos acceso a los servicios de salud en caso de enfermarse”, expresó el Señor Chatzis. “Por esto, resulta alarmante escuchar que, en algunos lugares, las víctimas de trata de personas ya no tienen acceso a refugios, pues algunos incluso han cerrado sus puertas debido al virus, mientras que otros carecen de equipo de protección, lo cual pone en riesgo tanto a las víctimas como al personal.”

La UNODC está vigilando constantemente esta situación mediante su red de Oficinas de campo y aliados globales, y está aumentando el apoyo.

“Estamos auxiliando a las unidades que combaten la trata de personas a obtener el equipo protector que necesitan para realizar su trabajo con seguridad, estamos también proporcionando financiamiento para asistir a las víctimas que necesiten apoyo adicional durante este crisis y estamos ayudando a los países a evaluar el impacto de la pandemia en los recursos que destinan a las víctimas, así como a los organismos encargados de hacer cumplir la ley e instituciones de justicia”, dijo el Señor Ilias Chatzis.

Además de esta respuesta directa, la UNODC recomienda a los gobiernos que adopten medidas para asegurar que, al tiempo que se respetan las restricciones de viajes y la libertad de movimiento, también se garantice el acceso a los servicios esenciales para victimas de trata de personas sin discriminación.

Según el Informe Global de Trata de Personas 2018 de la UNODC, las formas más predominantes de trata son la explotación sexual y el trabajo forzado, que representan alrededor del 90% de los casos identificados.

La información recolectada en 142 países muestra que más del 70% de las víctimas de trata de personas son mujeres y niñas. Una de cada tres víctimas es un menor.

“La trata de personas es el resultado del fracaso de nuestras sociedades y nuestras economías para proteger a las personas más vulnerables”, aseveró el Señor Chatzis. “Las víctimas no deberían ser adicionalmente “castigadas” en tiempos de crisis”.

 

Más información en: El impacto de la pandemia de COVID-19 en la trata de personas (en inglés).

 

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Para mayor informacion, favor de contactar a:

Ilias Chatzis: ilias.chatzis@un.org

Jefe de la Sección de Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la UNODC