Hacia una RDP Lao sin opio

El 14 de febrero de 2006 este país de Asia sudoriental celebró los notables progresos que ha efectuado a lo largo de los ocho últimos años en la eliminación del cultivo de adormidera.

Local people build a water pipeline.En 1998, Laos cultivaba casi 27.000 hectáreas de adormidera y era el tercer país mundial por orden de volumen de producción, después de Afganistán y de Myanmar. Con la mitad de su cosecha consumida en el país por 63.000 opiómanos, Laos poseía también una de las tasas más elevadas de toxicomanía. En cambio, los últimos datos indican que el cultivo no abarca más que 1.800 hectáreas y que el número de opiómanos ha disminuido hasta 20.000.

Ahora bien, no todas las últimas cifras son prometedoras. Una encuesta hecha en 2005 por la ONUDD comprobó que el ritmo de erradicación de campos de adormidera era más rápido que el ritmo de oferta de fuentes alternativas de ingresos para los campesinos. Según el Opium survey and impact study, más de la mitad de los campesinos no han obtenido todavía fondos en efectivo o cosechas de productos alimentarios para sustituir a la adormidera. Además, las antiguas zonas de producción de opio siguen registrando los indicadores del desarrollo humano más bajos de todo el país.

Hablando en la capital de Laos, Vientiane, donde participó en los festejos del 14 de febrero, el director ejecutivo de la ONUDD, Antonio Maria Costa, alertó a la comunidad internacional: "Laos se halla en una encrucijada de importancia crítica. Los enormes éxitos que se han conseguido podrían desaparecer  por completo si no se proporciona asistencia suficiente. Eso podría  tener repercusiones muy inquietantes para la seguridad y el desarrollo económico de toda la región".

El Sr. Costa añadió que el Gobierno Lao tiene que seguir vigilando cuidadosamente la situación durante la fase posterior al cultivo de opio, como ya hicieron los gobiernos de dos países adyacentes, Viet Nam y Tailandia. A pesar de que desde el decenio de 1990 no han cultivado ya opio, los dos países siguen erradicando muchas hectáreas de adormidera cada año.

En Laos, el opio se cultiva y cosecha principalmente en zonas remotas, pobres y montañosas, de las provincias septentrionales. Mientras que los traficantes de Australia venden un kilo de heroína por un precio que es hasta 500 veces superior al precio de los diez kilos de opio crudo necesarios, las minorías étnicas que cultivan el opio siguen viviendo en la pobreza.

Su situación puede incluso estar deteriorándose. "El opio ha sido producido como consecuencia de la pobreza", dice Leik Boonwaat, representante de la ONUDD en Laos, "pero es tan fácil de obtener que su uso indebido es sumamente extenso, lo que, a su vez, contribuye a que la pobreza sea aun mayor". La toxicomanía suele afectar a hombres de mediana edad o ya mayores, que entonces ya no pueden contribuir mucho a los ingresos de la familia. Los cultivadores de adormidera que no son adictos están en mejores condiciones, pero a pesar de ello llevan una vida precaria. Suelen usar el opio como fuente de ingresos o como medicamento.

Una solución amplia 

Growing peaches earns My Ya Wa (right) more money than opium and gives her peace of mind.No cabe esperar que Laos, que es uno de los países menos adelantados del mundo, pueda enfrentar la producción, el tráfico y el consumo de drogas con sus propios medios. Al mismo tiempo, la erradicación, de por sí, no basta para obtener resultados duraderos. La solución del problema de la droga requiere un enfoque equilibrado que integre el desarrollo alternativo, la reducción de la demanda, el cumplimiento coercitivo de la ley, y la mentalización cívica.

El Marco de Programas Estratégicos para 2006-2009 de la ONUDD (SPF) para Laos incorpora esos cuatro elementos y proporcionará asistencia especial a 1.000 poblados que anteriormente producían opio y que se encuentran en una situación de grave riesgo de volver a cultivar adormidera. Aunque la mayor parte de su presupuesto de 18,4 millones de dólares de los Estados Unidos se invertirá en proyectos de desarrollo alternativo, el SPF también se ocupa del tratamiento y la rehabilitación, del VIH/SIDA y de la prevención del uso indebido de drogas, reforzando para ello el imperio de la ley, capacitando a la judicatura, apoyando el cumplimiento coercitivo de la ley, y fomentando la cooperación internacional.

Los programas de desarrollo alternativo centran su acción en las causas de la pobreza y procuran buscar otras fuentes viables de ingreso para los campesinos. Esos programas no se limitan al sector agrícola y también incluyen la creación de capacidades locales, las mejoras de la infraestructura, y el acceso a servicios socioeconómicos. El principio subyacente es que los campesinos que tienen acceso a tierras arables, a microcréditos, a nuevas carreteras, a mercados para sus productos, a una atención médica mejor y a la educación, cesarán voluntariamente de cultivar opio y tendrán la posibilidad de extraerse a sí mismos de la pobreza.

Las mujeres de Laos saben por experiencia propia que después del opio puede haber una vida mucho mejor. "Cuando se cultivaba adormidera", explica Boonwaat, "solían ser las mujeres en las que recaía la pesada labor de levantarse temprano y de recorrer durante horas y horas sendas montañosas empinadas para comenzar las tareas y los trabajos intensivos asociados con la producción de opio". Cuando regresaban al hogar, sus maridos, que a menudo eran opiómanos, frecuentemente las maltrataban. Hoy en día, las mujeres trabajan más cerca del poblado, donde pueden ocuparse de otros cultivos y crían ganado, proceso que les permite ganar dinero y ser más respetadas.

La eliminación del opio ha persuadido también a muchos opiómanos de buscar ayuda y ha impulsado a las comunidades a pedir asistencia gubernamental para su tratamiento y rehabilitación. Debido en parte a programas de base comunitaria, la drogadicción ha disminuido abruptamente en Laos. A su vez, la violencia doméstica ha decrecido y la productividad y los ingresos del hogar han aumentado. En vista de esos éxitos, conviene seguir esforzándose por ayudar a antiguos opiómanos y a opiómanos actuales, y deben ampliarse los servicios prestados para que incluyan la prevención y el tratamiento del creciente número de personas que hacen uso indebido de estimulantes de tipo anfetamínico (EA).

Desde mediados del decenio de 1990, el tráfico y uso indebido de EA ha aumentado a medida que los sindicatos delictivos transnacionales diversificaban sus productos y recurrían a estrategias agresivas de comercialización para venderlos. Esos grupos delictivos realizan también un número mayor de operaciones de tráfico en tránsito. Laos es un lugar fundamental como país de tránsito y almacenamiento de EA y de heroína provenientes de Myanmar, mientras que los productos químicos precursores utilizados para producir drogas ilícitas atraviesan la frontera de Laos en la otra dirección.

El Gobierno Lao y la comunidad internacional tienen que enfrentarse con esos retos emergentes de la misma forma en que se han enfrentado con la erradicación del opio: creando un entorno que permita el desarrollo humano sostenible al mismo tiempo que se concentran en la lucha contra las drogas ilícitas y la delincuencia organizada transnacional.

EL TRIÁNGULO DE ORO 

Cuando Francia se anexionó Laos en 1893 se establecieron monopolios de opio para financiar los enormes gastos iniciales de la administración colonial.

Los franceses importaron más de 60 toneladas de opio cada año, procedentes del Oriente Medio, con tal finalidad.

Cuando la Segunda Guerra Mundial cortó el suministro, la producción de opio en Indochina (actualmente Camboya, Laos y Viet Nam) aumentó de 7 toneladas en 1940 a 60 toneladas en 1944. Tras el final de la ocupación francesa, el opio siguió siendo objeto de comercio para financiar las actividades clandestinas de fuerzas paramilitares en la región.

El cultivo de adormidera en Asia sudoriental aumentó mucho durante el decenio de 1950 debido a su eliminación en China y en la República Islámica del Irán. La expresión Triángulo de Oro se utilizó por vez primera en 1971 para referirse a los altiplanos productores de opio de Laos, Tailandia y Birmania (actualmente Myanmar). En 1969, que fue el año en que la producción alcanzó su valor máximo, la región producía más de 3.000 toneladas.

Hoy en día la situación es diferente: Tailandia ha eliminado el opio y Laos no suministra ya opiáceos para el mercado de drogas ilícitas. El presidente del Comité Nacional de Laos para supervisar y combatir el uso indebido de drogas, ministro Soubanh Srithirath, ha sugerido que la comunidad internacional deje de utilizar la expresión Triángulo de Oro.