A nivel mundial, 89.000 mujeres y niñas fueron asesinadas en 2022, la cifra anual más alta registrada en 20 años.
UNODC presentó a sus socios esta metodología, aplicada actualmente por algunos países, pero aún poco conocida, que implica una revisión en profundidad por parte de un equipo multisectorial de todos los factores relacionados con el asesinato, incluidas las interacciones previas entre las víctimas/agresores y las agencias gubernamentales y no gubernamentales.
Los asesinatos de mujeres y niñas a menudo representan la culminación de incidentes repetidos de violencia de género, lo que significa que se pueden prevenir mediante intervenciones oportunas y eficaces para romper este “continuum” de violencia, afirmó Andrés Díaz, Jefe Regional del Área de Justicia y Prevención de Violencias de UNODC.
Esto permite revisar algunas variables como “¿cuáles eran los problemas que no se habían detectado antes de que ocurriera este delito?, ¿cuáles fueron las oportunidades perdidas de contactar o atender a la víctima o al perpetrador?, ¿cómo se pueden mejorar las respuestas de los servicios (en los sectores de justicia, social y de atención de la salud)?