Entrevista al Dr. José Ayú Prado Canals
Magistrado Presidente, Corte Suprema de Justicia, República de Panamá

¿Cuáles son los principales retos del Órgano Judicial de Panamá para el próximo trienio?

Desde enero de este año, de común acuerdo, con el Vicepresidente de la Corte, el Dr. Ramón Fábrega Sánchez, que está aquí presente, y los otros siete compañeros que componemos en pleno la Corte Suprema de Justicia, elaboramos diez ítems, diez puntos, de los cuales nosotros queremos adelantar en estos dos años de presidencia. Cada dos años hay un presidente de la Corte Suprema de Justicia que es electo. Entre esos puntos, está por ejemplo, lo que es la transparencia; la rendición de cuentas; la anticorrupción; el mejoramiento del acceso a la justicia; la prestación de atención, dentro del acceso de la justicia, a lo que es las situaciones de género.

Para nosotros es muy importante el acceso a la justicia por parte de las comunidades autóctonas tradicionales de Panamá, de los indígenas, de las comarcas. La mejora del sistema penal, mediante la transformación del sistema actual, que es escrito y mixto, a uno acusatorio oral adversarial, que estamos implementando y que hoy hemos firmado un convenio con la UNODC, a fin de lograr el apoyo para terminar la implementación, el bienestar de los funcionarios y funcionarias. Por ejemplo, con la consecución de un seguro médico, hospitalario, jubilaciones más atractivas, bonos de antigüedad, prestación de servicios como clínicas dentales, clínicas médicas, guarderías infantiles, que ya existen, para mejorar todo eso. La carrera judicial es muy importante para nosotros; un sistema de carrera judicial por méritos. Ahí están, más o menos los diez puntos, que nosotros queremos desarrollar y por los cuales hoy hemos venido a la UNODC para firmar un convenio para la continuación de la implementación del sistema penal acusatorio. El inicio de la implementación en dos circuitos judiciales, y la preparación de la implementación en la capital y el área metropolitana, que son tres retos muy importantes. Eso junto con lo que es la carrera, la transparencia en la rendición de cuentas, el acceso a la justicia, las cuestiones de géneros, las comarcas indígenas. Todo, son ejes transversales, bajo un mismo punto, que es el cambio del sistema penal en Panamá.

¿Cuáles son las ventajas del nuevo Sistema Penal Acusatorio?

La administración de justicia es uno de los pilares del Estado de Derecho. La defensa del Estado de Derecho es para nosotros muy importante. ¿Cómo lograr un Estado de Derecho ante una justicia que es lenta, que no se ha manifestado eficiente y eficaz con el sistema penal actual que es escrito? Nosotros pensamos que con la experiencia que hemos visto en Iberoamérica, el sistema penal adversarial, acusatorio, oral, defiende mejor las garantías del imputado y de la víctima que ha sido relegada a un segundo lugar. La víctima adulta, la víctima menor de edad, la víctima invisible, la víctima en la sociedad.

Al ser un sistema más rápido, más ágil y garantista, efectivamente fortalece el Estado de Derecho y protege nuestra democracia. ¿Cómo protege a nuestra democracia? El sistema penal acusatorio ya no busca la persecución del delito, sino la resolución del conflicto. Ante la ausencia de conflicto hay paz, y donde hay paz, hay progreso, hay felicidad, hay mejora en el nivel de vida de todos y en el Estado de Derecho.

Sobre el proyecto con UNODC: ¿Cuáles son los principales objetivos?

Creemos que la ayuda de UNODC y su experiencia, con todo el bagaje que tienen de conocimientos y los puntos de vistas tan diversos y enriquecedores; queremos que nos hagan un diagnóstico de lo que hemos hecho hasta ahora en cuatro circuitos judiciales: Que es lo bueno, que es lo malo, que es lo feo. Nosotros no tenemos ningún problema en confrontar la crítica. Lo bueno, necesitamos potenciarlo. Lo malo, corregirlo, y lo feo, que a lo mejor es algo bueno, pero que se presenta mal, aclararlo. Así, vamos a optimizar los recursos. El principal recurso que tenemos es nuestro recurso humano, pero tenemos que optimizarlo. Luego, los diagnósticos, la evaluación de desempeño, la evaluación de resultados. Prepararnos para lo que viene el otro año en dos circuitos judiciales que son frontera con Costa Rica, que tienen las comunidades indígenas en medio. Hay que construir juzgados, equiparlos, hay que formar personal nuevo, hacer capacitaciones, preparar a la sociedad.

El sistema penal acusatorio no es para abogados, es para toda la comunidad: ingenieros, maestros, obreros, taxistas, amas de casa, estudiantes. Todos tienen que conocer sus derechos y como acceder, y prepararnos para 2016, para lo que nos espera en la capital y el área metropolitana, donde hay cinco comarcas indígenas que también están esperando esa implementación.

¿Cuál es su visión de la alianza estratégica entre UNODC y Panamá?

Todo cambio genera una resistencia. Esto es algo humano, siempre se dan nuevos retos. Si las cosas están bien: ¿Para qué cambiarlas? La realidad es que no lo están. Pero partamos del principio de que las cosas están bien, todas las cosas pueden ser mejoradas, y eso es lo queremos hacer. ¿En qué nos puede ayudar UNODC? UNODC tiene un prestigio, tiene una imagen, tiene ya resultados que han dado. No es algo que nosotros vayamos a experimentar. No es que estamos confiando a ciegas. UNODC puede conseguir, no solamente recursos, sino también las mejores experiencias para las consultorías, para las evaluaciones, para las implementaciones, para que nosotros vayamos a optimizar el tiempo, que es el recurso más egoísta, dado que el tiempo no perdona,  y lograr así que el recurso humano no se desanime y que siga siendo el pilar de este instrumento de cambio.

La voluntad política puede oscilar y ello ocurre en todas las partes del mundo y Panamá no escapa a ello. Panamá tiene necesidades de salud, hay necesidad de transporte, de seguridad pública, de vivienda, de trabajo, de educación, y nosotros no queremos que la voluntad política, bien intencionada pero mal dirigida, vaya a afectar el cambio del sistema, y el espaldarazo de UNODC dará a entender a la voluntad política que esto va en serio y que esto es muy importante. Por otra parte, los defensores del statu quo, que prefieren no cambiar el sistema por agendas inconfesables o simplemente por desconocer el sistema, al ver que UNODC nos está apoyando, se van a dar cuenta de que esto no es un proyecto que viene de otro planeta. Es algo que ya existe en el mundo, que ya ha sido probado y que nosotros tenemos que implementarlo, pero a la realidad panameña. UNODC como es un ente neutral, no tiene intereses geopolíticos más que procurar la ausencia de conflicto y la mejora del Estado de Derecho en todos los países, para lograr entonces una tranquilidad y una paz en la región y en el mundo. Brevemente esto serían más o menos los conceptos. Además, UNODC está también preocupada por otra serie de programas que son ejes transversales, por ejemplo: el género, el femicidio, la violencia doméstica. ¿Cómo evitar que la violencia domestica sigua aumentando? ¿Cómo procurar que los indígenas, las comunidades autónomas y autóctonas tradicionales, tengan un verdadero acceso a la justicia, para evitar conflictos, para evitar que se lleve a lo penal asuntos agrarios que pueden ser resueltos de manera amigable? El problema de la droga, de la corrupción. La corrupción es un mal que corroe el sistema democrático. Debemos minimizarlo de manera que sea casi imperceptible. No podemos eliminar totalmente la corrupción, pero que sea imperceptible. Que la comunidad confíe en su administrador de justicia. Si la comunidad no confía en sus jueces y fiscales, habrá un Estado fallido,  habrá un Estado que esté en manos de facinerosos, de delincuentes y de personas al margen de la ley, y esto no es lo que se quiere. UNODC comparte esa visión con nosotros, y esperamos que con UNODC podamos llevar a cabo el programa central y los ejes transversales.

 

Entrevista al Sr. Aldo Lale-Demoz
Director Ejecutivo Adjunto / Director, División de Operaciones, UNODC

¿Cuál es la importancia estratégica de Panamá para UNODC?

Enorme, porque como bien lo decía el Señor Presidente de la Corte Suprema, UNODC sí tiene experiencia en apoyar a países miembros en la aplicación e instrumentación del sistema acusatorio. Lo he hecho yo personalmente, como representante en Perú, en Colombia. También está mi experiencia en la República Dominicana y en Chile. Pero es la primera vez que vemos y que tenemos el honor de haber sido invitados por la Corte Suprema a acompañarlos, como socio técnico y político. No como protagonistas, dado que el protagonista es la Corte Suprema. Nosotros somos socios técnicos y políticos con mucha experiencia en lo que precisamente funciona y este es nuestro deber, es nuestro mandato apoyar a los países como Panamá en este proyecto que es muy ambicioso. Nosotros palpamos, claramente, que hay una voluntad política enorme, con unos plazos muy claros, con un plan de trabajo bastante bien identificado; entonces para nosotros es precisamente cumplir con nuestro mandato. Pero hay un tema adicional, también nos interesa mucho que este proyecto con Panamá, pueda ser escuela, pueda ser modelo para otros países que precisamente no quieran repetir los errores y los retrasos que se han dado en otros países. Para ello vamos, una vez empezado este programa, a crear una especie de comisión, con Panamá y UNODC para que una vez al año, presente los resultados de avance, como un sistema de accountability muy abierto y muy concreto, que invite también a expertos interesados a nivel sustantivo y  también a los países donantes. Estamos realmente muy orgullosos de haber sido invitados a este proceso, que no es un proyecto más para nosotros, esta es una iniciativa de programa muy ambiciosa, que tendremos el placer con nuestra oficina de ROPAN de acompañar y llevar adelante.

¿Cómo será el apoyo en esta misión a Panamá?

Aldo Lale-Demoz: El apoyo será de 360 grados. Desde el momento de la abogacía hasta la construcción de infraestructura, la capacitación, apoyar internamente con muchos de los temas transversales que mencionó el Señor Presidente, como género, anticorrupción. El tema de género me parece muy interesante porque en UNODC tenemos mucha experiencia en cuestiones de género y en la prevención del delito. Se va tejer una especie de tapete de varios temas que justamente van a llevar a una administración del sistema judicial más eficiente, con menos impunidad, y precisamente qué mejor que estar en la mitad de este proyecto y de tendernos las manos y ser socios.

Presidente de la Corte Suprema: Yo le agradezco a UNODC y a las Naciones Unidas, en nombre de todos los magistrados que componemos el pleno la Corte Suprema de Justicia, del Magistrado Vicepresidente Luis Ramón Fábrega Sánchez, que está aquí presente y acompañándome en este acto para firmar el convenio, y de todos los compañeros y compañeras del terreno judicial. Estamos muy agradecidos a UNODC por el espaldarazo que nos está dando como socios, como acompañantes y como cómplices de la transformación de éste sistema procesal panal a uno ágil, moderno y participativo. Gracias.