Abu Dabi, 16 de diciembre de 2019 - Me complace saludar a la Conferencia de los Estados Partes en la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción.
Se reúnen en un momento crítico. Al iniciar la Década de Acciones para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, debemos mantenernos unidos contra la corrupción para detener la fuga de recursos causada por los flujos financieros ilícitos. Mediante prácticas corruptas, trillones de dólares son desviados cada año de escuelas, hospitales y otros servicios e infraestructura esenciales. Por esto, actuar contra la corrupción es crucial para reducir las desigualdades, promover el crecimiento inclusivo y hacer frente a la crisis climática. Al combatir la corrupción, podemos impedir que los traficantes exploten la miseria humana y saqueen los recursos naturales.
Conforme nos acercamos al primer Período extraordinario de sesiones de la Asamblea General contra la corrupción en 2021, les exhorto a que realicen acciones decisivas para hacer de la lucha contra la corrupción, una prioridad máxima.
La corrupción a gran escala sólo es posible por causa de los habilitadores en el sistema financiero global y por lagunas que permiten que los activos crucen fronteras y los fondos públicos sean lavados y ocultados.
La cooperación internacional es fundamental. Debemos reforzar nuestras mejores defensas: fortalecer la aplicación de la ley y la justicia penal; asociarnos con el sector financiero y empresarial para incrementar la rendición de cuentas y la transparencia; colaborar con la sociedad civil y apoyar a las personas jóvenes que están exigiendo responsabilidad, justicia y un futuro equitativo.
La corrupción amenaza el bienestar de nuestras sociedades, el futuro de la niñez y la salud de nuestro planeta. Debe ser combatida por y para todas las personas. Cuento con su apoyo y les deseo mucho éxito en sus deliberaciones.
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