31 de diciembre de 2020 - Estimados amigos y amigas:
2020 ha sido un año de adversidades, tragedias y lágrimas.
El COVID-19 ha desestabilizado nuestras vidas y sumido al mundo en el sufrimiento y el dolor.
Muchos seres queridos han perdido la vida – y los estragos de la pandemia continúan, con nuevas olas de enfermedad y muerte.
La pobreza, la desigualdad y el hambre van en aumento. Los trabajos están desapareciendo y las deudas aumentan. Niños y niñas sufren dificultades.
La violencia en el hogar se intensifica y la inseguridad está en todas partes.
Pero se avecina un Año Nuevo. Y con él, vemos rayos de esperanza:
Si trabajamos en conjunto, con unidad y solidaridad, estos rayos de esperanza pueden llegar a todo el mundo.
Esa es la lección de este año tan difícil.
Tanto el cambio climático como la pandemia de COVID-19 son crisis que solo podemos abordar desde la unidad, como parte de una transición hacia un futuro inclusivo y sostenible.
El objetivo central de las Naciones Unidas para 2021 es construir una coalición global para la neutralidad en emisiones de carbono de aquí a 2050.
Los gobiernos, las ciudades, las empresas y las personas pueden contribuir con el logro de este objetivo.
Unámonos para hacer las paces entre nosotros y con la naturaleza; enfrentemos la crisis climática; detengamos la propagación de la COVID-19 y hagamos de 2021 un año de sanación.
Sanación del impacto de un virus mortal. Sanación de economías y sociedades rotas. Sanación de las divisiones. Y empecemos a sanar nuestro planeta.
Ese debe ser nuestro propósito de Año Nuevo para 2021.
Desde las Naciones Unidas, les deseo a todos y todas un Año Nuevo lleno de felicidad y paz.