Mensaje de la Directora Ejecutiva de UNODC, Ghada Waly, por el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas

26 de junio de 2022 - Los efectos nocivos del consumo de drogas ilícitas pueden afectar a cualquier persona, pero a menudo tienen un impacto más profundo sobre quienes atraviesan una crisis.

La pandemia ha deteriorado la salud física y mental, puesto a prueba los sistemas sanitarios y alterado los tratamientos y servicios contra las drogas.

La inestabilidad, desde Ucrania a Afganistán, África y otros lugares, ha aumentado el número de personas que requieren asistencia urgente.

La industria de las drogas ilícitas continúa creciendo en estos tiempos difíciles.

En 2020, más de 280 millones de personas en todo el mundo consumieron drogas.

Las incautaciones de drogas sintéticas se han multiplicado en los últimos diez años, mientras que la crisis de opioides en Norteamérica cobra más vidas cada día y el uso no médico del tramadol sigue poniendo en peligro a personas en África y Oriente Medio.

Mientras trabajamos para encontrar soluciones sostenibles a largo plazo, hay personas que requieren acceso urgente a tratamientos y asistencia, ahora mismo.

Debemos llegar a quienes son más difíciles de alcanzar, porque son quienes más nos necesitan: las personas en campos de refugiados y entornos humanitarios; quienes corren el riesgo de quedarse atrás como consecuencia de la pandemia y las personas que se enfrentan a las barreras de la estigmatización y la discriminación.

Las mujeres se encuentran entre las principales víctimas de los conflictos y las crisis, y a menudo se enfrentan a mayores obstáculos para acceder al tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas.

En algunas partes del mundo, la proporción de mujeres entre pacientes atendidos es inferior al diez por ciento.

Debemos garantizar el acceso a la asistencia para todas las personas, incluso en situaciones de emergencia.

También debemos garantizar la disponibilidad de medicamentos controlados para el alivio del dolor en todo el mundo y en entornos humanitarios.

En la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito tenemos el compromiso de proporcionar asistencia y apoyo a las personas afectadas por las drogas ilícitas, sin importar las circunstancias.

Todo el mundo tiene un papel que desempeñar, desde los gobiernos hasta la sociedad civil y los individuos, para dedicar la atención y los recursos necesarios a esta cuestión; estamos preparados para trabajar con todos ustedes.  

Demostremos a quienes nos necesitan que nos importa, proporcionando la atención que requieren en estos tiempos de crisis.