Un nuevo enfoque centrado en las personas que ofrece segundas oportunidades a quienes consumen drogas en la frontera mexicana

Tijuana, 26 de julio de 2023 - "Con una simple mirada o un trato deshumanizado hacen que las personas den la vuelta y no quieran solicitar algún servicio."

Lilia Pacheco, Coordinadora de la asociación Prevencasa, conoce esto muy bien. Esta organización presta asistencia a poblaciones vulnerables en una de las "zonas de tolerancia" de Tijuana, donde prevalecen el consumo de drogas, el tránsito de migrantes y las personas en situación de calle.

En la experiencia de Lilia, las personas que consumen drogas son duramente juzgadas por la sociedad. El miedo a ser etiquetadas o avergonzadas impide que busquen el apoyo que requieren.

"El estigma es una patología enorme (...) Con frecuencia solamente necesitan atravesar unas cuántas calles para solicitar tratamiento y no se les permite debido a su aspecto o al uso de sustancias. La policía los detiene simplemente por estar caminando hacia allá o porque cruzan por zonas turísticas.”

Como resultado, el círculo vicioso del consumo de drogas continúa.

El reconocimiento mundial de este problema es cada vez mayor. En marzo de 2022, la Comisión de Estupefacientes (CND) de UNODC hizo un llamado a erradicar las actitudes estigmatizantes y garantizar la igualdad en el acceso a los servicios sanitarios para quienes consumen drogas.[1] Los Estados Miembro reconocieron que la marginación y la discriminación disuaden a las personas de buscar ayuda, en gran parte debido al miedo al rechazo social y a las repercusiones legales.

En línea con este principio, UNODC en México colabora con el Gobierno mexicano para mejorar los servicios de prevención y tratamiento del uso problemático de drogas en la frontera norte, con énfasis en los derechos humanos y los más altos estándares internacionales de calidad.

Juan Manuel Quijada, Comisionado Nacional de Salud Mental y Adicciones, explica este enfoque progresista: "Desde la Secretaría de Salud estamos trabajando en una nueva visión que separa el tráfico de drogas del uso de sustancias, y la violencia del consumo. La oferta es abordada desde el ámbito de la seguridad, y la demanda desde el sector salud. Así podemos garantizar que no se criminalice a los usuarios."

Este cambio de paradigma está en marcha, y los programas de capacitación de UNODC muestran resultados prometedores. Como subraya Quijada "Estamos adoptando un enfoque humanista centrado en las personas, desde las familias, las comunidades y, por último, la sociedad ".

Prevencasa, organización beneficiada por las iniciativas de UNODC, lidera el cambio con una política de contratación basada en los valores de la comunidad y las segundas oportunidades. Desde el personal de enfermería al de intendencia, pasando por las y los voluntarios, el personal de esta institución está conformado por antiguos consumidores de sustancias. Este enfoque intencionado les permite empatizar profundamente con la población a la que sirven, transformándolos en última instancia en líderes de la comunidad.

"Las personas con un historial de consumo de sustancias no encuentran espacios donde los puedan aceptar con sus historias de vida. Realmente es una barrera enorme, aunque ya hayan recibido tratamiento y cambiado su conducta, aunque hayan mejorado sus vidas. Nosotros tratamos de recibirlos aquí, de vincularlos, y, además, ofrecerles un empleo también.” explica Lilia Pacheco.

El impacto de esta estrategia transformadora habla por sí solo. "Este modelo para nosotros ha funcionado muy bien porque tenemos una población enorme. Además, somos referencia para otras organizaciones civiles, ya sea para programas de reducción de daño o clínica comunitaria.”

UNODC en México combate con su trabajo los estigmas y la discriminación para derribar las barreras que impiden a las personas buscar ayuda. Al adoptar un enfoque centrado en las personas, podemos construir una sociedad en la que cada individuo, independientemente de su pasado, encuentre el apoyo y las oportunidades que merece.

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Para más información, favor de contactar a:

Mario Cordero: mario.cordero@un.org