Informe Mundial sobre Drogas 2021: los efectos de la pandemia aumentan los riesgos de las drogas, mientras los jóvenes subestiman los peligros del cannabis


 

 

Viena, Lima, Quito, 24 de junio de 2021.- Alrededor de 275 millones de personas consumieron drogas en todo el mundo en el último año y más de 36 millones de personas sufrieron trastornos por su consumo, según el Informe Mundial sobre las Drogas 2021, publicado hoy por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés). 

Además, el informe señala que en los últimos 24 años la potencia del cannabis se ha multiplicado por cuatro en algunas partes del mundo y el porcentaje de adolescentes que perciben el consumo de esta droga como perjudicial ha disminuido hasta un 40%, aunque la evidencia sugiere que el consumo de cannabis se asocia a una serie de daños para la salud y de otro tipo, especialmente entre los consumidores habituales de larga duración. Por otro lado, la mayoría de los países han informado un aumento del consumo de cannabis durante la pandemia. "Los resultados del Informe Mundial sobre las Drogas 2021 de UNODC ponen de relieve la necesidad de cerrar la brecha entre la percepción y la realidad para educar a los jóvenes y salvaguardar la salud pública", dijo la Directora Ejecutiva de UNODC, Ghada Waly. 

El tema del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas de este año es "Hablemos de drogas, la información salva vidas", haciendo hincapié en la importancia de reforzar la base de datos y de sensibilizar a la opinión pública, para que la comunidad internacional, los gobiernos, la sociedad civil, las familias y los jóvenes puedan tomar decisiones con conocimiento de causa, orientar mejor los esfuerzos para prevenir y tratar el consumo de drogas, y hacer frente a los desafíos mundiales en materia de drogas.


Por su parte, Antonino De Leo, representante de la Oficina de la UNODC para Perú y Ecuador, y responsable de operaciones en Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay  también difundió los datos del informe en un evento digital que convocó a funcionarios públicos, operadores de justicia, colegas de embajadas de varios países, organizaciones de la sociedad civil y academia. En él se abordaron los datos mundiales, pero también se hizo hincapié en el contexto latinoamericano. "El informe contiene basta información que espermos sea de utilidad para todos y todas, especialmente para la elaboración de políticas públicas orientadas a hacerle frente al fenómeno multidimensional de las drogas. Ponemos a su disposición la posibilidad de realizar encuentros más interactivos, detallados y específicos sobre todos los componentes de este informe", dijo

 

El consumo de drogas aumenta, pero el tratamiento basado en la ciencia está más disponible

Entre 2010 y 2019 el número de personas que consumen drogas aumentó un 22%, debido en parte al crecimiento de la población mundial. Basándose únicamente en los cambios demográficos, las proyecciones actuales sugieren un aumento del 11% en el número de personas que consumen drogas en todo el mundo para 2030, y un marcado aumento del 40% en África, debido al rápido crecimiento de su población joven. Según las últimas estimaciones mundiales, alrededor del 5,5% de la población de entre 15 y 64 años ha consumido drogas al menos una vez en el último año, mientras que 36,3 millones de personas, es decir, el 13% del total de personas que consumen drogas, padecen trastornos por consumo. En todo el mundo, se calcula que más de 11 millones de personas se inyectan drogas, la mitad de las cuales padecen hepatitis C.  

Sin embargo, los opiáceos siguen representando la mayor carga de enfermedad atribuida al consumo de drogas. Los dos farmacéuticos más utilizados para tratar a las personas con trastornos por consumo de opiáceos, la metadona y la buprenorfina, son cada vez más accesibles desde hace dos décadas. La cantidad disponible para uso médico se ha multiplicado por seis desde 1999, pasando de 557 millones de dosis diarias a 3.317 millones en 2019, lo que indica que el tratamiento farmacológico basado en la ciencia está más disponible ahora que en el pasado

 

La dark web

 Los mercados de drogas en la dark web surgieron hace solo una década, pero los más importantes ya tienen un valor de al menos 315 millones de dólares en ventas anuales. Aunque esto es solo una fracción de las ventas totales de drogas, la tendencia es ascendente, con un aumento de cuatro veces entre 2011 a mediados de 2017 y a mediados de 2017 a 2020. La rápida innovación tecnológica, combinada con la agilidad y adaptabilidad de los que utilizan las nuevas plataformas para vender drogas y otras sustancias, es probable que de paso a un mercado globalizado en el que todas las drogas estén más disponibles y accesibles en cualquier lugar. Esto, a su vez, podría desencadenar cambios acelerados en las pautas de consumo de drogas y tener consecuencias para la salud pública, según el Informe. 

 

El mercado de las drogas repunta y se desplaza

El nuevo informe muestra que los mercados de la droga han reanudado rápidamente sus operaciones tras la interrupción inicial al comienzo de la pandemia; una explosión que ha desencadenado o acelerado ciertas dinámicas de tráfico preexistentes en el mercado mundial de la droga, entre las que se encuentran: envíos cada vez mayores de drogas ilícitas, un aumento de la frecuencia de las rutas terrestres y fluviales utilizadas para el tráfico, un mayor uso de aviones privados para el tráfico de drogas y un aumento del uso de métodos sin contacto para entregar las drogas a los consumidores finales. La resistencia de los mercados de la droga durante la pandemia ha demostrado una vez más la capacidad de los traficantes para adaptarse rápidamente a los cambios de entorno y de circunstancias. El informe también señala que las cadenas de suministro de cocaína a Europa se están diversificando, lo que hace que los precios bajen y la calidad aumente, amenazando así a Europa con una mayor expansión del mercado de la cocaína. 

El número de nuevas sustancias psicoactivas (NSP) que están apareciendo en el mercado mundial se redujo de 163 en 2013 a 71 en 2019. Los resultados sugieren que los sistemas de control nacionales e internacionales han logrado limitar la propagación de las NSP en los países de altos ingresos, donde las NSP surgieron por primera vez hace una década

 

Riesgos de las drogas, nuevos desarrollos impulsados por la pandemia

La COVID-19 ha desencadenado la innovación y la adaptación de los servicios de prevención y tratamiento de la drogadicción a través de modelos más flexibles de prestación de servicios. Muchos países han introducido o ampliado los servicios de telemedicina debido a la pandemia, lo que para los consumidores de drogas significa que el personal sanitario puede ahora ofrecer asesoramiento o evaluaciones iniciales por teléfono y utilizar sistemas electrónicos para prescribir sustancias controladas.  

Aunque todavía no se conoce del todo el impacto del COVID-19 en los desafíos de la droga, el análisis sugiere que la pandemia ha traído consigo un aumento de las dificultades económicas que probablemente haga más atractivo el cultivo de drogas ilícitas para las frágiles comunidades rurales. El impacto social de la pandemia que ha provocado un aumento de la desigualdad, la pobreza y las condiciones de salud mental, especialmente entre las poblaciones ya vulnerables, son factores que podrían empujar a más personas al consumo de drogas.   

El Informe Mundial sobre las Drogas 2021 ofrece una visión global de la oferta y la demanda de opiáceos, cocaína, cannabis, estimulantes de tipo anfetamínico y nuevas sustancias psicoactivas (NSP), así como su impacto en la salud, teniendo en cuenta los posibles efectos de la pandemia del COVID-19. 

 

El Informe Mundial de Drogas está disponible en este enlace: https://www.unodc.org/unodc/en/data-and-analysis/wdr2021.html

Si quieres ver la presentación de la UNODC en la región, esta es la dirección: https://bit.ly/YouTubeUNODC_COPER

 

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El Informe Mundial sobre las Drogas 2021 ofrece una visión global de la oferta y la demanda de opiáceos, cocaína, cannabis, estimulantes de tipo anfetamínico y nuevas sustancias psicoactivas (NPS), así como su impacto en la salud, teniendo en cuenta los posibles efectos de la pandemia del COVID-19.