Bolivia se adhiere a la campaña internacional "Corazón Azul" contra la trata de personas

Tarija, 20 de septiembre de 2019 (Naciones Unidas).- El Estado Plurinacional de Bolivia, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, se incorporó hoy a la campaña internacional Corazón Azul de prevención y combate a la trata de personas, durante un acto realizado en el Patio del Cabildo de la Alcaldía Municipal de Tarija.

En presencia de más de 300 estudiantes y ciudadanos de Tarija, el Ministro de Relaciones Exteriores, Diego Pary, los viceministros de Asuntos Consulares, Raúl Castro, Seguridad Ciudadana, Wilfredo Chávez, y de Justicia y Derechos Fundamentales, Javier Moncada, autoridades departamentales y municipales y el Representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC por su sigla en inglés) en Bolivia, Thierry Rostan, firmaron el "Pacto del Corazón Azul", documento simbólico de adhesión a este movimiento global.

En el evento, retransmitido mundialmente por las redes sociales y proyectado en salones de la Cancillería en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra, el Representante de la UNODC entregó al Canciller y a las autoridades presentes el pin Corazón Azul, reconociendo su compromiso de participación en las actividades de sensibilización de esta campaña.

 

Rostan precisó que la campaña Corazón Azul cuenta actualmente con el apoyo de 28 países, entre los cuales, en la región están México, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Guatemala y Panamá.

"La trata es una de las más crueles manifestaciones del crimen organizado trasnacional y una de las peores violaciones de los Derechos Humanos. La trata de personas no es un fenómeno moderno. A lo largo de la historia, las personas vulnerables han sido tratadas como mercancías, objetivadas y explotadas en beneficio de otros", remarcó el Representante de la UNODC.

Recordó que, en el Informe Global de Trata de Personas de 2018, la UNODC expresa que los países están detectando y reportando más víctimas de la trata de personas cada año. En 2016, el número de víctimas reportadas a nivel global aumentó a 24.000 personas.

"La mayoría de los flujos de trata suceden entre países cercanos. Víctimas bolivianas son detectadas en países fronterizos como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay o Perú, a donde llegan muchas veces engañadas o bajo falsas promesas de mejores condiciones de vida para ser luego utilizadas como mano de obra barata en talleres clandestinos de costura, en la siembra y cosecha de productos agrícolas o para la explotación sexual comercial en burdeles o centros clandestinos, entre otros", dijo Rostan, al explicar la importancia de la adhesión de Bolivia a la Campaña Corazón Azul.

Anunció que el Ministerio de Relaciones Exteriores y la UNODC desarrollarán un plan de acción que incluye capacitaciones a funcionarios consulares sobre su actuación en relación a la trata de personas. Manifestó que la campaña incluye la realización de actividades lúdicas, culturales y deportivas en todo el país con la participación de la empresa privada, organizaciones de la sociedad civil, ONG e instituciones académicas. Resaltó el compromiso de la aerolínea Boliviana de Aviación BOA con la campaña, por el rol fundamental que tienen las empresas de aviación en la prevención y combate de este delito.

Al explicar que el símbolo del Corazón Azul representa la tristeza de quienes son víctimas de la trata de personas y que también recuerda la insensibilidad de quienes compran y venden a otros seres humanos, Rostan informó que la UNODC desarrolla el juego de mesa "Cubos de historias de trata de personas", dirigido a adolescentes entre 13 y 18 años, con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de las potenciales víctimas de trata de personas.

"Tenemos hoy, cada uno de nosotros, la posibilidad de expresar solidaridad con las víctimas de trata de personas y la posibilidad de difundir el mensaje 'el ser humano no está a la venta", dijo Rostan e invitó a la ciudadanía a "pactar con el corazón" y crear conciencia sobre este delito, íntimamente vinculado a otros como el secuestro, la extorsión, el lavado de dinero, la corrupción, el tráfico de drogas y el tráfico ilícito de migrantes.