UNODC publica estudio sobre impacto de cultivos ilícitos con la cooperación de la República Federal de Alemania

El Sistema de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de UNODC y la Embajada de Alemania en Colombia realizaron el estudio 'Trasformación socioeconómica y biofísica asociada con cultivos de uso ilícito en la región  Sur del Meta -Guaviare (1990-2009)', el cual fue presentado por el Representante de UNODC en Colombia, Aldo Lale-Demoz; el Embajador de la República Federal de Alemania, Jürgen Mertens; representantes de la Unión Europea y del Gobierno Colombiano.

Este nuevo estudio se realizó con una perspectiva regional e integral, y propone nuevas alternativas de análisis para la orientación de la actual política pública de cultivos ilícitos y la búsqueda de  soluciones locales de mayor pertinencia social y ambiental. Este enfoque integral del estudio pone de presente la capacidad actual de SIMCI para abordar la problemática de los cultivos ilícitos desde todas las aristas posibles, más allá del monitoreo del cultivo de coca.

Dentro de los resultados más relevantes que arrojó el estudio se encuentran:

 

  • Un 95 por ciento de los cultivos de coca se ubican en el ecosistema amazónico de gran valor ambiental.  En 1990 la cobertura de bosque en la zona de estudio era alrededor de 7,6 millones de hectáreas y en 2009 bajó a 6,9 millones. Esto significa una pérdida estimada de 632.000 hectáreas de bosque denso, de las cuales 102.000 hectáreas pueden adjudicarse en forma directa al cultivo de coca.  Es pertinente anotar que la producción de coca tiene un efecto dinamizador de los fenómenos de deforestación y colonización.

 

  • El estudio destaca el fenómeno de ruralización. En estos espacios la progresiva reducción de los cultivos ilícitos está estrechamente relacionada con las inversiones realizadas en el marco del desarrollo alternativo, programa familias guardabosques e iniciativas locales y regionales. Un ejemplo de ello, lo constituye la expansión rural del eje San José del Guaviare, El Retorno y Calamar, donde avanzan las actividades lícitas y se reducen los cultivos de coca.

 

  • La visible tendencia a la expansión de los cultivos ilícitos a lo largo de las vías fluviales, - que comprende una superficie vulnerable de 800.000 hectáreas - despierta una alerta ambiental. Un caso especial es la colonización en las márgenes de los ríos Itilla y Unilla, que establecerían un corredor continuo de deforestación entre los municipios de Calamar y Miraflores. Esto muy probablemente daría lugar a la generación de una zona de ruralización no reversible en la que la degradación del ecosistema de selva sería de carácter permanente.

 

  • Se encontró una fuerte reducción del ingreso de las familias productoras y no productoras de ilícitos. Al indagar sobre la estructura de costos de las unidades productoras de coca, se estimó que el ingreso neto promedio mensual de un lote de coca cuando su producción se vende como hoja de coca es de $360.000 pesos colombianos (aproximadamente US$195 al mes). Esto significa que, por una familia compuesta por cuatro personas, el ingreso per cápita por la venta de hoja se calcula en US$ 1,6 diarios.  No obstante, cuando se realiza el proceso de transformación de hoja a base de cocaína, el ingreso neto asciende a $661.200 pesos colombianos (lo cual equivale a US$355 al mes o a US$ 3 dólares diarios per cápita).

 

  • El problema de titulación de la tierra afecta la región. El sistema predominante es la ocupación sin título y en los últimos años se ha intensificado la colonización y ocupación de tierras en zonas aisladas; una de las causas de este fenómeno son las medidas de judicialización o extinción de dominio. Los procesos de titulación de tierras establecen una barrera importante para el restablecimiento de cultivos de coca, puesto que los derechos de propiedad definen un incentivo positivo a la permanencia, generando efectos de contención social frente a los cultivos ilícitos.

 

  • El análisis de la serie histórica de los cultivos de coca indica que a pesar de la reducción de los cultivos de coca, el fenómeno continúa vigente en la región. Los análisis  de las imágenes de 1990 confirman que las regiones afectadas son las mismas.

 

  • En los seis municipios del Meta que conforman el Plan de Consolidación Integral de la Macarena  (Vista Hermosa, La Uribe, Mesetas, Puerto Rico, San Juan de Arama y la Macarena) se registraron 1.848 hectáreas cultivadas en 2009, con una disminución del 74 por ciento en relación con el 2007, año de inicio del PCIM. Entre los factores determinantes para la disminución de las áreas cultivadas con coca están la baja rentabilidad de la producción cocalera, la aplicación de las políticas de erradicación y la ruralización progresiva (espacios de poblamiento y ocupación rural de la tierra).