'Ni un Paso Atrás frente a la Trata de Personas'

Es la tarde de un jueves de abril y cerca de 50 mujeres en Santander, departamento al nororiente de Colombia, hacen silencio frente a las velas recién encendidas con las que rinden homenaje a las víctimas de la trata de personas.

Es el final de un día entero de actividades de educación en prevención frente a la ocurrencia de este crimen, orientadas por personal de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Fundación colombo-holandesa Esperanza, que apoya a víctimas de trata de personas.

El fuego se apaga y vuelven las risas, que han estado muy presentes en una jornada en la cual el positivismo y la fe han sido protagonistas: estas mujeres son desplazadas por el conflicto interno del país, y quieren ser líderes en su comunidad para la prevención de la trata, ya que su situación de desplazamiento las hace especialmente vulnerables a aceptar ofertas que pueden terminar en trabajos o servicios forzados, servidumbre, mendicidad y explotación de la prostitución ajena; modalidades de trata de personas que, según la legislación colombiana, contemplan una pena de prisión de 13 a 23 años.

Sin embargo las sentencias en el país son reducidas, y no van de la mano con la incidencia del delito. De acuerdo con la investigación Aspectos Jurídicos del Delito de Trata de Personas, realizada por UNODC, el Ministerio del Interior y de Justicia y la Universidad del Rosario y publicada en marzo de 2010,  esto sucede por: i) la falta de una adecuación típica correcta de la conducta que suele confundirse con otros delitos, ii) la ausencia de representación adecuada de las víctimas en las distintas fases del proceso penal, iii) la debilidad en las actuaciones de algunos sujetos procesales y iv) la existencia de prejuicios y estereotipos que denotan discriminación y revictimización; además de la ausencia de medidas efectivas de protección a las víctimas y sus familias.

 

Con final feliz

Y es que estas mujeres reunidas, de diferentes edades, desde niñas hasta ancianas, amas de casa, viudas, solteras, una monja, una víctima de trata, etc., no conocen los intríngulis de las leyes pero quieren aprender a defenderse, y especialmente, a estar alerta ante las propuestas engañosas que terminan en trata de personas.

Seis historias sin final, relacionadas con las seis modalidades existentes de trata de personas (explotación laboral, matrimonio servil, mendicidad ajena, explotación de la prostitución ajena, explotación sexual y servidumbre) se presentaron a las reunidas en el taller. Su misión fue darles un final diferente; el final que pueden tener cuando el engaño no es logrado porque las personas están adecuadamente informadas para la prevención.

Una trabajadora sexual a la que le ofrecen irse a trabajar en Panamá en la misma actividad pero ganando más dinero y termina esclavizada con el engaño de que debe pagar las expensas de su viaje. Una adolescente a la que le proponen trabajar en la capital pero en verdad resulta ser un caso de servidumbre forzada. Una mujer que se enamora vía internet de un europeo, se va con él a su país y allí termina convertida en su esclava sexual, etc.

Las heroínas de Santander cambiaron los finales de estas historias, representaron las vidas de las protagonistas, escucharon el drama de una víctima real de trata a quien tuvieron dopada por varias semanas para ejercer la prostitución y que por circunstancias azarosas y providenciales pudo escapar y ahora cuenta su testimonio para que no les suceda lo mismo a otras mujeres.

Se pintaron la cara, bailaron, cantaron, pudieron reír y al mismo tiempo entender la realidad que lleva a las personas a caer en falsas propuestas. Esto lo lograron mediante la actividad de tener una etiqueta en la espalda (que ellas no veían) con el nombre de un personaje estigmatizado socialmente: portadora de VIH, indigente, homosexual, prostituta, etc.

¿Por eso acaso merecen ser juzgadas las personas o usadas como carnada para la trata? No, 'Ni un Paso Atrás frente a la Trata de Personas', como fue el nombre de este taller (primero de una serie que viene realizando UNODC en todo el país en el transcurso de 2010), es la actitud que quedó sembrada en la mente de estas mujeres, que salieron de allí a difundir el mensaje de prevención en más oídos y mentes, tanto de posibles víctimas como de posibles agresores.

Un fenómeno que ocurre en un país como Colombia, donde el subdesarrollo marca una condición de vulnerabilidad y en donde entidades como la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito encuentran gran campo de acción. 'Ni un Paso Atrás frente a la Trata de Personas'. Por la esperanza.