Dado que el poder judicial es la piedra angular de la ley y el orden, es crucial garantizar un entendimiento común de la ética y el papel que los tribunales desempeñan en la sociedad, así como trabajar para lograr una representación justa y equitativa en el sistema legal. Teniendo esto en cuenta, la UNODC organizó la semana pasada un productivo diálogo de alto nivel para celebrar que el Poder Judicial de Iraq se ha convertido en el lugar de capacitación número 60 comprometido en la implementación de las Herramientas de Formación en Ética Judicial.
El año 2020 ha sido un reto para todo el mundo, ya que COVID-19 ha tenido un impacto físico, mental, social y financiero sin precedentes en las personas y en sociedades enteras. Sin embargo, para los que están en prisión, así como para los oficiales encargados de cuidarlos, la pandemia ha demostrado ser potencialmente aún más devastadora. Con factores como las malas condiciones de higiene y, a menudo, el hacinamiento, vivir y trabajar en estrecha proximidad hace casi imposible seguir las medidas recomendadas, como el frecuente lavado de manos y el distanciamiento social.
De no haber sido por la pandemia global de COVID-19, la sede de UNODC hubiera estado repleta de académicos, docentes, expertas y expertos, y representantes de organizaciones internacionales y corporaciones multinacionales reunidos para la conferencia más grande bajo el auspicio de Naciones Unidas, esto con el fin de discutir la relación crucial entre la educación y el estado de derecho.
En lugar de eso, más de 2,100 participantes de 109 países se reunieron de manera virtual, y segura, para un evento de Serie de Diálogos Globales sin precedente, en el marco de la iniciativa de UNODC Educación para la Justicia, en el cual se debatieron perspectivas progresistas para reimaginar una educación para sociedades más pacíficas, justas e inclusivas.