La UNODC y la MINUSMA apoyan la promoción del estado de derecho en Malí y trabajan para reforzar el sistema judicial nacional

24 de diciembre de 2020 - Adoptados en 2006, los Principios de Bangalore sobre la conducta judicial ofrecen normas de carácter internacional que guían comportamiento ético de los jueces, proporcionando a las judicaturas de todo el mundo un conjunto de principios básicos acordados que ayudan a orientar su trabajo. De hecho, estos seis principios - independencia, imparcialidad, integridad, corrección, equidad y competencia y diligencia - se consideran fundamentales en los esfuerzos por construir poderes judiciales sin corrupción y que actúen en favor de todos los miembros de la sociedad.

Dado que un sistema judicial justo y sin obstáculos es una de las piedras angulares del estado de derecho, recientemente se celebró en Bamako, la capital de Malí, un taller de las Naciones Unidas sobre la aplicación de los Principios de Bangalore. El taller, que ilustra la importancia de un sistema judicial que funcione bien para promover la paz y el desarrollo, fue un esfuerzo conjunto de la UNODC y la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), y reunió a unos 42 miembros de la judicatura del país, con participantes que representaban a todo el sistema judicial de Malí, incluido el poder judicial, la fiscalía, funcionarios judiciales, miembros del Colegio de Abogados y del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.

Dado el amplio alcance de los elementos que pueden tener un impacto en la integridad judicial, el taller también ofreció a los asistentes un espacio para discutir la aplicación de los Principios de Bangalore en temáticas específicas, proporcionando una mejor comprensión de aspectos tales como el papel de las redes sociales y cómo el género puede encajar en sus prácticas judiciales. Estos dos temas, han sido parte del trabajo y materiales sobre los que la Red Mundial de Integridad Judicial de la UNODC ha elaborado una serie de directrices y que se consideran de vital importancia en el siglo XXI, y que incluyen consideraciones sobre como los jueces deben usar las redes y los sesgos de género existentes que se observan con demasiada frecuencia en las decisiones judiciales.

Si bien el taller sirvió de foro de diálogo y espacio de intercambio de ideas, lo más importante fue el renovado compromiso resultante para lograr un poder judicial libre de corrupción. Las recomendaciones del taller reflejan ciertamente este aspecto, ya que los asistentes subrayaron la importancia de respetar los Principios de Bangalore y acordaron una serie de medidas para ponerlos en práctica. Las principales fueron:

  • Incorporación a la Red Mundial de Integridad Judicial como lugar de capacitación en materia de conducta y ética judicial, compromiso ya adquirido por 66 jurisdicciones de todo el mundo y número que van en aumento en todo el mundo;
  • Elaboración de un Manual de Ética, ilustrado con ejemplos prácticos y recopilando la jurisprudencia del Consejo Judicial Supremo;
  • Crear una plataforma de consulta entre los actores nacionales para la promoción de la integridad judicial; y
  • Modificar el Código de Ética Judicial delpaís, adoptado en 2002, para promover una mejor comprensión de los principios establecidos en el Código y adaptarlo a la evolución de las directrices y buenas prácticas internacionales.

 

Información adicional:

Red Mundial de Integridad Judicial

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