Con el mandato de lograr un mundo más seguro frente a las drogas y delito, UNODC se compromete a apoyar a los Estados Miembros en la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que reúne diversos elementos en un marco amplio y orientado hacia el futuro y reconoce la interrelación entre el desarrollo sostenible y la lucha contra las drogas y la delincuencia, incluidos la corrupción y el terrorismo.

La Agenda 2030 refleja un cambio en el pensamiento mundial sobre cómo los temas transversales - incluidos el Estado de Derecho y los sistemas de justicia eficaces y humanos, así como las respuestas al consumo de drogas orientadas a la salud - son facilitadores del desarrollo, y cómo su ausencia impide el desarrollo en todos los países, independientemente de su nivel económico.

La Agenda 2030 es un medio para garantizar que los esfuerzos sean holísticos e inclusivos, respaldados por asociaciones de diversas partes interesadas y apoyados por un aumento de la coherencia y la integración de las políticas, y una reducción del tema de prevención del delito y control de drogas en los ámbitos aislados que no están plenamente integrados en los planes de desarrollo.

En este sentido, la Agenda 2030 no sustituye ni reemplaza los mandatos básicos de UNODC, sino que ayuda a la Oficina a situar y comunicar lo que se realiza en un contexto más amplio que incluya las prioridades nacionales y mundiales en materia de desarrollo sostenible. Por lo tanto, UNODC proporciona a los Estados miembros un apoyo significativo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) mediante un enfoque basado en los resultados de la gestión de sus proyectos y programas.