Ocho países de América Latina luchan juntos contra la trata de personas

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Carlos Oliva Navarro
Ciudad de Panamá, 18 de abril de 2024. Desde las ciudades costeras tropicales de República Dominicana hasta las concurridas calles de Brasil, América Latina y el Caribe han sido testigos recientes de preocupantes tendencias en la trata de personas.
Track4Tip, un proyecto de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), está uniendo a los países de la región para luchar contra este delito, lo que ha dado lugar a unas 90 investigaciones penales y a la identificación de más de 600 víctimas de trata.
Según los datos recopilados por UNODC en Centroamérica y el Caribe, el 89% de las víctimas de la trata de personas son mujeres y niñas; tratadas con fines de explotación sexual en bares, clubes nocturnos, apartamentos ocultos o detrás de cámaras web.
“Sin tener en cuenta los derechos humanos ni la dignidad, los grupos de tratantes son cada vez más sofisticados y transnacionales, y en la mayoría de los casos operan como entidades empresariales”, afirma Gilberto Zuleta, Oficial Regional del Programa Global contra la Trata de Personas de UNODC.
Aprovechando las tecnologías digitales, buscan posibles víctimas en las redes sociales, realizan transacciones con criptomonedas e incluso aplican inteligencia artificial. 
La trata de personas en contexto migratorio
Muchas de las víctimas son migrantes que huyen de la violencia, la inestabilidad política, las escasas oportunidades económicas o las catástrofes naturales. Un número significativo de migrantes procede de Venezuela.
Años de agitación política e inestabilidad socioeconómica han provocado la huida del país de más de 7,7 millones de personas -superando el número de migrantes y refugiados de Siria o Ucrania- en lo que se considera la mayor cifra de migrantes y refugiados registrada en las Américas.
“A menudo, con un estatus migratorio irregular y sin ningún derecho laboral o de seguridad social en países extranjeros, los migrantes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, de las que se aprovechan los tratantes”, señaló Zuleta.
La historia de N.V. (iniciales utilizadas para cuidar la identidad) es una de miles. A esta venezolana de 29 años le prometieron un trabajo de camarera en Ecuador. La oferta resultó ser falsa, convirtiendo su vida en una pesadilla.
A pesar de la amenaza de deportación y otros riesgos, huyó a Perú con su hermano y su hijo, sin documentos de viaje adecuados. Tras caminar durante horas, cruzó la frontera y llegó a una ciudad cercana.
Allí recibió apoyo y protección del Equipo Binacional de Respuesta Inmediata entre Perú y Ecuador (ERI), una de las muchas iniciativas puestas en marcha a través de Track4Tip.
Una comunidad de intercambio de prácticas
Como parte del proyecto, Track4Tip organizó el “Foro Regional de Intercambio de Buenas Prácticas”. 
Celebrado durante dos días, los días 17 y 18 de abril de 2024 en Panamá, el foro permitió a las autoridades de los países participantes intercambiar experiencias y aprender unos de otros para reforzar la respuesta colectiva contra la trata de personas. 
“Este intercambio es un balance de lo que ha funcionado, lo que podría funcionar mejor y cómo podemos preparar una respuesta para el futuro”, mencionó Sylvie Bertrand, Representante Regional de UNODC para Centroamérica y el Caribe.
Desde su creación, Track4Tip ha forjado alianzas con ministerios, organismos encargados de la aplicación de la ley, ONG y empresas privadas de ocho países latinoamericanos. “La formación, la investigación y otros esfuerzos de UNODC para promover la cooperación regional han producido ya resultados tangibles”, subrayó Zuleta.
A través de más de 400 sesiones de formación, el proyecto ha dotado a más de 2.500 especialistas de las herramientas necesarias para identificar casos de trata, emplear técnicas de investigación especializadas, utilizar técnicas forenses y mejorar las operaciones de inteligencia. “Queremos dar a los expertos en lucha contra la trata la oportunidad de compartir los resultados de su trabajo, que han dado lugar a cambios significativos y prometedores en sus países”, concluyó Zuleta.