La UNODC busca ayudar a los Estados Miembros a fortalecer sus capacidades —entre otras cosas mediante la introducción de las reformas necesarias al sistema de justicia penal—, a respetar el estado de derecho, y a proteger y velar por los derechos jurídicos que la legislación nacional e internacional conceden a las personas y a los grupos. En la práctica, la UNODC se esfuerza por integrar en su trabajo un enfoque basado en los derechos humanos, que incluye la integración consciente y sistemática de los derechos humanos en todas las etapas del ciclo de programación: desde la definición de estrategias, el desarrollo y ejecución de programas, y la movilización, aplicación y supervisión de recursos, hasta la evaluación. Esto incluye diseñar programas basados en los principios de la igualdad y la no discriminación, la participación y la inclusión, y la rendición de cuentas y el estado de derecho.
Los esfuerzos de la UNODC a nivel mundial contribuyen a garantizar el acceso a la justicia para todos y a prevenir la violencia y la corrupción, a proteger mejor al mundo de las drogas, el terrorismo y el delito, a promover la salud y el bienestar, y aumentar la base de conocimientos para adoptar decisiones informadas sobre la manera más eficaz de promover los derechos humanos.
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