Este módulo es un recurso para los catedráticos 

 

Tema seis: Servicios para las víctimas: organizaciones institucionales y no gubernamentales

 

La Declaración de las Naciones Unidas señala que las víctimas deben recibir apoyo material, médico, psicológico y asistencia social (artículo 14), así como información sobre los servicios disponibles para ellas (artículo 15).

Sobrevivir a un delito no implica olvidar lo sucedido o pretender que todo vuelva a su estado anterior (Baldry et al., 2016). La vida de las personas afectadas por el crimen está condicionada de una manera u otra por un largo tiempo. Sin embargo, las víctimas tienen derecho a que se las empodere para seguir adelante con sus vidas, lo que implica que se les permita hacer las cosas que les gustan, estar con las personas que aman, trabajar, estudiar, salir y dormir con la sensación de estar seguras en su propio hogar. Los servicios para las víctimas desempeñan una función importante para que esto sea posible.

El nivel de apoyo que se requiere suele estar relacionado con el tipo y la intensidad del daño experimentado: no todas las víctimas necesitarán el mismo nivel y forma de asistencia. De hecho, algunas víctimas pueden necesitar un apoyo limitado. El mejor enfoque para un servicio eficiente de asistencia para las víctimas es la evaluación personalizada y centrada en sus necesidades. Los servicios para las víctimas de delitos deben ser gratuitos.

El gobierno presta servicios a las víctimas mediante la Policía, los hospitales, el sistema de justicia penal y los tribunales, así como por medio de los servicios sociales. Los profesionales, como los oficiales de policía, médicos, trabajadores sociales, abogados, psicoterapeutas y educadores que trabajan en estos servicios especializados deben recibir una formación especializada sobre los temas relacionados con las víctimas.

Las organizaciones no gubernamentales (ONG) especializadas suelen complementar los servicios que las víctimas necesitan para recuperarse de sus experiencias negativas. Los grupos de voluntarios, incluidos sobrevivientes, víctimas o familiares de las víctimas, suelen establecer estas organizaciones. Los grupos de autoayuda de víctimas, que se basan en sus propias experiencias de victimización, pueden desempeñar un papel importante en el empoderamiento de las víctimas. Algunas ONG son autofinanciadas. Otras reciben dinero de loterías o fundaciones, o subsidios del Gobierno. En muchos países, las organizaciones de voluntarios ofrecen servicios de alta calidad de profesionales especializados y así proporcionan mucho más que un apoyo básico a las víctimas.

Como señala Hill (2009), los servicios para las víctimas, independientemente de su naturaleza, deben asegurar que se pregunte a las personas sobre la victimización y su significado, impacto y factores personales y contextuales. Particularmente, deben realizar las siguientes acciones:

  • Abordar la historia de la víctima, incluidas sus experiencias negativas previas, las circunstancias de su vida, sus vulnerabilidades
  • Abordar la situación actual, incluidas las condiciones personales y de vida de las víctimas en relación con las dimensiones de riesgo y vulnerabilidad
  • Abordar cualquier característica relacionada con el delito que pueda ser útil para comprenderlo, así como las posibles consecuencias sobre las víctimas, incluida la relación con el delincuente y la forma en que la víctima se expresa
  • Abordar las fortalezas y los recursos de las víctimas. Estos pueden ser materiales, relacionales o emocionales, por ejemplo, su resiliencia, capacidades de afrontamiento, capacidades cognitivas y autoestima.

Los servicios destinados a las víctimas, independientemente de su naturaleza, deben prestar atención a las necesidades específicas de cada una de ellas, incluidas las víctimas con necesidades especiales. Aunque pueda haber servicios especializados para determinadas categorías de víctimas de delitos, como las víctimas de la trata de personas o las víctimas del terrorismo, es importante contar con servicios generales sólidos que puedan beneficiar a todas las víctimas, de los que puedan partir estos servicios más específicos.

Con el desarrollo de Internet, los servicios de apoyo en línea suelen proporcionar servicios comunitarios e información básica a las víctimas. Esto puede desempeñar un papel fundamental para ellas, incluidas las víctimas de violencia doméstica. Los centros de llamadas también son esenciales en este aspecto.

 
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