Este módulo es un recurso para los catedráticos 

 

Cuestiones clave

 

Es evidente que los dominios de la ley y la ética están relacionadas, ya que ambas reflejan valores y orientan el comportamiento, pero ciertamente estos dominios no son coextensivos.  A veces la ley parece permitir un comportamiento antiético y dañino, y en otras ocasiones algunas leyes imperfectas hacen surgir la interrogante de si la gente debe cumplirlas.  La integridad plantea otras interrogantes; es una meta que vale la pena, pero ¿es realista pensar que se puede lograr?  El objetivo principal de este módulo es darles a los alumnos las ideas que necesitan para evaluar críticamente los problemas que surjan de la interacción entre la integridad, la ética y la ley.

En este módulo, la ética se entiende como un sistema de principios que orientan la manera en que la gente toma decisiones y lleva su vida.  En contraste con la ética, se llama integridad a la aplicación congruente de los principios éticos, particularmente de la honestidad.  Estos conceptos se analizan ampliamente en el  Módulo 1 de esta serie, y se recomienda a los ponentes que la repasen al prepararse para este módulo.  En el módulo 1 (Integridad y ética: Introducción y marco conceptual), se define la ética como "el intento de comprender la naturaleza de los valores humanos, de cómo debemos vivir y de qué constituye una conducta correcta" (Norman, 1998, p. 1). El módulo 1 se refiere a la integridad como "congruencia entre las creencias, las decisiones y las acciones, y el apego constante a los valores y principios" (Malan, 2007, p. 278). A diferencia de la integridad y la ética, la ley es un sistema de reglas reconocido por la sociedad y aplicado a través de algún tipo de sanciones.

Este módulo comienza por explorar la forma en que los académicos comprenden los tres conceptos principales y sus diferencias. Los tres conceptos en cuestion son los conceptos de la ética, la integridad y la ley. El concepto de la ética abarca el conjunto de principios que idealmente debiera orientar el comportamiento, mientras que se dice que una persona con integridad encarna los principios éticos y los expresa en su manera de vivir en forma coherente. La personal ética se contrasta con el hipócrita, la persona que defiende ciertos ideales éticos pero en la prctica demuestra que encarna principios contrarios a los ideales que dice defender.

A diferencia de la ética, la ley afirma y defiende ciertos valores, como la vida y la protección de los derechos y la propiedad, pero las normas legales normalmente establecen expectativas de comportamiento más bajas que las exigencias que impone la ética.  Por ejemplo, la ética podría exigir que se ayude a un extraño que lo necesita, pero la ley normalmente no lo exige.  Tanto la ética como la ley exigen que nos abstengamos de matar injustamente a otra persona, pero si bien el infringir una norma ética puede ocasionar críticas y rechazo (Shavell, 2001), infringir una norma legal implica sanciones mas claramente definidas en los códigos que guían los sistemas judiciales, entre ellas multas civiles o penales, prisión, e incluso la muerte en algunos países.  Debido a que la violación de la ley implica sanciones mucho más severas que la violación de las reglas éticas, solo se criminalizan aquellas conductas que la sociedad considera como verdaderamente perjudiciales o incorrectas.

Un aspecto polémico del conflicto entre la ética y la ley es la idea de que la gente puede decidir no obedecer una ley con la que estén en desacuerdo por motivos éticos.  Un ejemplo podrían ser las leyes que sustentaban el gobierno de apartheid en Sudáfrica.  Otro tipo de ley que algunas personas consideran antiética es la prohibición legal de la eutanasia (Singer, 1993, BBC, 2014). En tales casos, la gente podría optar por participar en la desobediencia civil, argumentando que en algunas situaciones es aceptable y tal vez hasta necesario que la gente rompa las leyes injustas.  Un ejemplo de desobediencia civil sería el de los activistas de los derechos civiles de los Estados Unidos que en la década de 1960 se sentaban en espacios públicos en los que no tenían permitido estar, porque en aquella época algunos estados de los EE.UU. segregaban las instalaciones públicas por razas bajo el amparo de las leyes Jim Crow.

Algunas preguntas que este modulo explora son: ¿Tenemos que cumplir con lo que consideramos una ley injusta o antiética para evitar una sociedad sin ley? ¿O está justificado no solo criticar sino también negarse a obedecer dicha ley, para ser congruente con los principios éticos propios?

Otro ejemplo complicado del conflicto entre la ética y la ley es cuando la ley parece permitir una conducta antiética que es extremadamente perjudicial. Un ejemplo de larga data es que en algunos países la ley no tiene la capacidad de castigar a un adulto que no rescata a un niño que se está ahogando, a quien podría haber salvado sin mayor riesgo personal, pero decidió no hacerlo.  Éticamente, el adulto tiene que ayudar al niño, pero la ley en algunos paises es reacia a imponer el deber de rescatar a otra persona.  Imponer el deber de rescatar a alguien se considera opresivo, porque implicaría una orden de tomar acción positiva en lugar de simplemente imponer el deber de no herir a los demás.  Esta posición se desprende del enfoque de Locke y de Kant hacia la ley, que es la base de muchos ordenamientos jurídicos: La ley debe proteger los derechos de las personas contra violaciones, de modo que mientras la gente no viole los derechos de los demás, debe tener la libertad de actuar como desee.  Algunas jurisdicciones consideran que una norma que exija que la gente rescate a los demás es poco práctica porque sería difícil hacerla cumplir.  La ley castigará a una persona en esta situación si tiene el deber de cuidar al niño, como uno de sus padres o un cuidador, porque en esas circunstancias la relación entre el adulto y el niño justifica la imposición de sanciones severas.  Las normas legales varían de un país a otro, y algunos países sí imponen el deber legal de rescatar, pero existe una tensión constante entre lo que exige la ley y lo que sugieren los principios éticos.

En el primer segmento de este módulo se recomienda que los alumnos analicen algunos ejemplos de ética, integridad y ley que van más allá de las definiciones y que sirven para emfatizar las distinciones entre los tres conceptos.  En particular, los ejemplos del comportamiento público de las personas o instituciones que actúan eticamente (o que violan estándares eticos establecidos), la integridad o la ley ayudan a los alumnos a comprender estos conceptos con mayor profundidad.  Por ejemplo, el comportamiento público de los funcionarios públicos o los empleados corporativos, ofrece cierta distancia a los alumnos en comparación con los problemas personales de integridad y ética, y ofrece un buen punto de partida conceptual.  Los ejemplos internacionales también pueden ser relevantes, pero la conexión entre la integridad, la ética y la ley podría resultar más clara si se usan ejemplos locales que los alumnos conozcan.

En el segundo segmento de este módulo, los alumnos pasan de un enfoque básico en los conceptos de ética, integridad y la ley, a la aplicación de estos conceptos en un caso de estudio.  Los casos de estudio son más realistas que los ejemplos proporcionados en el primer segmento de este módulo y más representativos de la complejidad que los alumnos se van a encontrar en el mundo.  Tomemos el siguiente ejemplo del mundo académico, uno de los  ejercicios sugeridos del Módulo:

Un curso de pregrado que es un requisito para graduarse tiene fama de ser extremadamente difícil de aprobar, mucho más que otros cursos similares.  Al publicar materiales en la página web de la clase, la profesora accidentalmente publica un examen que incluye las respuestas al final.  La profesora se da cuenta del error inmediatamente y borra el examen, pero antes de hacerlo, un alumno alcanza a descargarlo.  La página web no le permite a la profesora ver si el examen fue descargado, y como borró el examen que tenía las respuestas tan rápido, volvió a subir la versión sin las respuestas y les puso el examen a los alumnos.  El Código de Ética del Alumno prohíbe que los alumnos hagan un examen cuando existan razones para que crean que tienen información confidencial sobre las respuestas que no deberían tener.  Las violaciones al Código de Ética del Alumno son punibles.

La tarea en este caso de estudio es evaluar los aspectos de integridad, ética y ley.  En este caso de estudio, ¿qué opciones tienen la profesora y los alumnos? ¿qué deberían hacer y por qué?  Entre los problemas que plantea este caso de estudio está el error de la profesora al publicar en línea la versión incorrecta del examen.  Si la profesora no estaba 100% segura de que los alumnos no vieron la versión con las respuestas, ¿debió haber descartado ese examen y creado uno nuevo, aunque eso representara más trabajo?  Si la profesora comete este tipo de errores, ¿por qué no se pueden aprovechar de eso los alumnos?  Una razón para que el alumno no use la versión del examen que trae las respuestas es que es algo deshonesto.  Al tomar el examen el alumno da a entender que no tiene las respuestas; esto parece ser cierto porque si el alumno intentara tomar el examen, pero le dijera a la profesora que tiene la versión que trae las respuestas, no se le permitiría continuar.  Otra razón para que el alumno no use la versión del examen que trae las respuestas es que tener una ventaja que los demás no tienen es injusto con los demás alumnos. 

El examen se basa en la premisa de que los alumnos tienen las mismas oportunidades de estudiar y salir bien, y que los resultados reflejan ese conocimiento y esfuerzo.  Si un alumno conoce las respuestas, el examen no es una evaluación justa de todos los alumnos y los resultados no son válidos.  Usar la versión que trae las respuestas también está prohibido por el Código de ética estudiantil, que siendo un conjunto escrito de reglas de comportamiento que implican sanciones puede ser considerado como un tipo de ley.  Sin embargo, este caso de estudio sugiere que el alumno podría salirse con la suya y usar la versión del examen que trae las respuestas, suponiendo que nadie más se entere y lo delate.  Si alguien puede salirse con la suya con un comportamiento ilegal o antiético, ¿eso hace que el comportamiento antiético sea aceptable?  Otro factor de complicación que se plantea en este caso es que este curso es mucho más difícil de aprobar que otros, lo cual parece injusto para los alumnos.  ¿Una mala acción justifica otra?  Si el curso es injustamente difícil de aprobar, ¿justifica eso que el alumno haga uso deshonesto de la versión de la prueba que trae las respuestas?  ¿Y qué hay de usar otros medios antiéticos para aprobar ese examen que es injustamente difícil?  Por último, si el alumno usa la versión del examen que trae las respuestas, ¿cómo podría afectarlo? ¿Hará eso que sea cínico en el futuro, o que valore menos las reglas éticas?  Si en el futuro al solicitar un trabajo se le pregunta al alumno si alguna vez cometió una falta educativa, ¿tendrá que mentir para encubrirla?

Los casos de estudio de este módulo plantean cuestiones de ética, integridad y derecho que son difíciles de responder, pero la dificultad aumenta aun mas cuando aplicamos lo aprendido en los casos de estudio a las vidas concretas de los alumnos de este modulo. Ahora en lugar de decirles a otras personas hipotéticas qué hacer, los alumnos tienen que evaluar temas relacionados con sus familiares y amigos, o con sus propias vidas y objetivos.  Hablar de ejemplos personales plantea problemas desafiantes, porque el análisis adquiere otras dimensiones por los valores, el apego emocional y las perspectivas limitadas.  Sin embargo, esta última parte del módulo tiene el potencial de generar una discusión muy satisfactoria que conecte lo que se habla en el aula con la realidad vivida de los alumnos.  El objetivo de hacer que los alumnos evalúen ejemplos más personales es ayudarles a internalizar la manera en que la ética, la integridad y la ley se relaciona a ellos mismos, y darles algunas estrategias para resolver conflictos que puedan haber entre los conceptos de sus propias vidas.

Las charlas anteriores sobre integridad, ética y derecho plantean preguntas sobre por qué la gente debe ser ética, tener integridad o obedecer la ley, pero también deberían plantear preguntas sobre por qué podría ser difícil mantener el apego a estos conceptos en la vida real.  La disonancia cognitiva, un concepto psicológico desarrollado inicialmente por Leon Festinger en la década de 1950, sugiere que la gente se siente incómoda al tener en mente dos pensamientos conflictivos al mismo tiempo, por ejemplo, cuando su ética y su comportamiento no están alineados (Festinger, 1957). La disonancia aumenta si el tema es considerado importante por la persona experimentando la disonancia, si el conflicto es fuerte o si no podemos explicarnos el conflicto a nosotros mismos de alguna manera. 

Sin embargo, la disonancia cognitiva solo significa que la gente se siente incómoda de alguna manera cuando se enfrenta a conflictos internos; por ejemplo, si su ética y su comportamiento no son congruentes.  La idea de la disonancia cognitiva no sugiere cómo podrían resolver esta sensación de incomodidad.  La gente puede resolver la disonancia cognitiva haciendo que su comportamiento se ajuste a estándares de integridad y ética, pero también se puede usar una estrategia opuesta: cambiar o disminuir sus estándares éticos, o cambiar la idea de que hicieron algo malo a la idea de que no han hecho nada malo.

También hay factores sociales que pueden inhibir o promover la integridad y la ética, y David Luban repasa estudios de ciencias sociales que sugieren que la integridad es mucho más difícil de mantener en un grupo porque hay una dilución de la responsabilidad (Luban, 2003). Luban señala que hay situaciones que pueden crear presiones y tentaciones, pero que algunas personas superan esas presiones invariablemente, incluso en experimentos estructurados para aumentar la presión hasta el punto de ruptura.  Luban argumenta que el camino hacia la integridad real y la congruencia entre la ética y el comportamiento no pasa por tener una mente estrecha e inflexible, sino más bien por hacer un aprendizaje vital en el que las posiciones morales puedan ser genuinamente reformuladas o descartadas.  Entre las recomendaciones de Luban, particularmente parezca haber una posibilidad clara de una falta de integridad, es decidir con anticipación qué línea no se está dispuesto a cruzar, y abandonar la actividad cuando se cruce esa línea.  Los alumnos pueden debatir si estas ideas les son de alguna ayuda en el contexto de sus propios ejemplos y de los estudios de caso presentados en este módulo.

 

Referencias

  • BBC (2014). Anti-euthanasia arguments .
  • Festinger, Leon (1957). A Theory of Cognitive Dissonance. Evanston, Illinois: Row and Peterson.
  • Luban, David (2003). Integrity: its causes and cures. Fordham Law Review, vol. 72, pp. 279-310
  • Norman, Richard (1998). The Moral Philosophers. Oxford: Oxford University Press.
  • Shavell, Steven (2001). Law versus morality as regulators of conduct. Harvard Law School John M. Olin Center for Law, Economics and Business Discussion Paper Series. Paper 340.
  • Singer, Peter (1993). Taking Life: Humans. Excerpted from  Practical Ethics, 2nd edition, Cambridge, 1993, pp. 175-217.
  • Malan, Daniel (2007). Integrity. In The A to Z of Corporate Social Responsibility. Wayne Visser and others, eds. Chichester: John Wiley & Sons Ltd.
 
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