Este módulo es un recurso para los catedráticos 

 

Datos

 

La dificultad con los datos

La información y las estadísticas sobre los niveles y patrones de los delitos contra la vida silvestre son esenciales para comprender debidamente este fenómeno y desarrollar medidas eficaces para contrarrestarlo. La recopilación de datos sobre la escala y los patrones de los delitos contra la vida silvestre y los bosques es importante para evaluar el impacto y la eficiencia de la política, legislación y programas de aplicación de la ley y para proporcionar información a los encargados de formular políticas y a los legisladores. Sin embargo, en la mayoría de los lugares, los datos y el conocimiento sobre los niveles y las características del tráfico de la vida silvestre se encuentran, en el mejor de los casos, fragmentados.

Por diversas razones, no es fácil cuantificar el comercio mundial de vida silvestre. El uso local de plantas y animales silvestres puede representar la mayor parte del comercio mundial de vida silvestre en términos de volumen comercial y tal vez incluso de valor, pero gran parte de este comercio se lleva a cabo mediante redes comerciales informales y no se registra en las estadísticas disponibles. Incluso los aspectos más estructurados del comercio interno de productos básicos de vida silvestre, entre regiones dentro de un país y para abastecer los mercados urbanos, rara vez se vigilan de cerca e incluso cuando se hace, los registros estadísticos de los volúmenes y valores comerciales están dispersos y son difíciles de compilar (Broad et al, 2012).

No es posible afirmar con certeza cuál es la escala del tráfico mundial de vida silvestre, partes de animales y plantas, o adivinar cuál podría ser. Esto se debe a que la «escala» puede determinarse por muchas variables diferentes y siempre cambiantes, porque, como se ha mencionado antes, las definiciones y conceptos de tráfico de vida silvestre difieren ampliamente, y sobre todo debido a la naturaleza clandestina de este mercado.

A pesar de la tendencia generalizada de intentar estimar la magnitud del tráfico de vida silvestre —que a menudo se describe, sin mucha base probatoria, como algo secundario a las drogas o, en algunos casos, a las drogas y las armas— existen pocas estadísticas fiables. Los esfuerzos para estimar la escala del tráfico de vida silvestre están llenos de problemas enormes. Hay muchos niveles de incertidumbre, los cuales, en muchos aspectos, son irreducibles: el número de animales o plantas en estado silvestre; un número que se trafica ilegal, pero satisfactoriamente; el porcentaje de animales y plantas en estado silvestre que se interceptan; los precios que se pagan y muchos más. Estas incertidumbres están compuestas por informes inadecuados, la insuficiencia de entregas controladas y otras operaciones encubiertas que son fundamentales para el proceso del descubrimiento de conocimiento en los mercados ilegales, y la sobredependencia de casos anecdóticos o específicos sin una adecuada consideración de su mayor aplicabilidad, una relevancia más amplia o su idoneidad como una muestra «típica». El hecho de que no se pueda determinar con precisión la escala que alcanza del tráfico de vida silvestre no significa, sin embargo, que el mercado sea insignificante: se trata de un mercado grande y dinámico, con una demanda considerable y con beneficios suficientes para atraer tanto a la delincuencia organizada como a otros tipos de delincuencia (Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, 2003).

 

Incautaciones

Quizás las estadísticas más fiables sean aquellas de las incautaciones anuales que las autoridades nacionales registran.  Una incautación se realiza cuando las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley detectan el contrabando. Las incautaciones dependen de dos factores: (1) la presencia de contrabando en la jurisdicción de la autoridad que se encarga de la incautación y (2) el esfuerzo proactivo de detectar y prohibir ese contrabando. Por lo tanto, la cantidad de incautaciones indica tanto la presencia de un problema como la iniciativa de las autoridades pertinentes para solucionarlo. Los altos niveles de incautaciones no son necesariamente un indicador de vacíos y debilidades de los sistemas nacionales, más bien indican a menudo precisamente lo contrario. Por consiguiente, los países que dedican el mayor esfuerzo a la lucha contra el tráfico pueden tener más incautaciones totales que sus homólogos en situaciones similares. Por esta razón, los países con la mayor cantidad de incautaciones suelen ser países de tránsito y no son ni el origen ni el destino del flujo ilícito (UNODC, 2016).

Para evadir la detección, los traficantes prefieren aquellos países con capacidad de interdicción limitada. Incluso los países con una buena capacidad de aplicación de la ley no inspeccionan sus exportaciones de la manera en que inspeccionan sus importaciones, por ello es poco probable que se incaute el contrabando que se origina en países con capacidades débiles en el punto de origen.  Además, la corrupción es esencial para muchos flujos de contrabando y las incautaciones no se realizan en países donde los funcionarios pertinentes son cómplices (UNODC, 2016).

Cada incidente de incautación puede brindar mucha información sobre la naturaleza del mercado ilícito. A veces es posible determinar cuál fue el origen, tránsito y destino del contrabando, así se transporte por flete marítimo, carga aérea, mensajería personal o correo. Asimismo, una incautación permite obtener mucha información sobre la identidad y los métodos de los traficantes, cuando las autoridades encargadas de la confiscación toman la iniciativa de registrar esos detalles. Además de las rutas, se pueden documentar los métodos preferidos de transporte y ocultación. En algunos casos, la edad, el género y las nacionalidades de aquellos que están asociados con los envíos se pueden registrar, al igual que las leyes que se utilizan para acusarlos (UNODC, 2016).

Se han establecido muchas bases de datos para registrar información relacionada con las incautaciones y para facilitar el estudio de los patrones del tráfico de vida silvestre. Por ejemplo, para entender mejor los delitos contra la vida silvestre, la UNODC ha recopilado una base de datos mundial de los incidentes de incautación conocida como World WISE, la base de datos de World Wildlife Seizure (Incautaciones Mundiales de Vida Silvestre). La Organización Mundial de Aduanas (OMA) recopila algunos datos sobre la incautación de vida silvestre a través de su base de datos llamada CEN (Red Aduanera de Lucha contra el Fraude) (OMA-CEN). Los datos de la OMA-CEN también son un gran componente de la base de datos sobre incautaciones del Grupo de Trabajo de la Comisión Europea sobre la Aplicación de la Ley, conocida como EU-TWIX (Intercambio de Información sobre el Comercio de Fauna y Flora Silvestres en la Unión Europea) (UNODC, 2016). En los Estados Unidos, el Servicio de Pesca y de Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS) registra los detalles de las incautaciones en el Sistema de Información de Gestión de la Aplicación de la Ley (LEMIS) (consulte Petrossian et al, 2016). Se requiere que los países que forman parte de la CITES presenten informes anuales sobre el comercio internacional, que incluyan las incautaciones de las especies listadas, que se encuentran disponibles en el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del Ambiente del Programa de las Naciones Unidas (UNEP-WCMC), la base de datos de comercio de la CITES (d’Cruze y Macdonald, 2016).

Sin embargo, la calidad de los datos sobre las incautaciones varía enormemente en cuanto a la exhaustividad y el alcance. Algunos informes sobre incautaciones omiten datos importantes, como el origen y destino del envío. La forma en que se clasifican y se miden los productos difiere entre las jurisdicciones, y se necesitan índices de conversión para amalgamar productos análogos. Claramente, existe la necesidad de una estandarización internacional de estos registros y el desarrollo de esa capacidad para quienes los recopilan. Por consiguiente, aunque las incautaciones son un indicador imperfecto, tienen el potencial de brindar información cuando se agrupan en volúmenes suficientes. Las incautaciones no se pueden tomar al pie de la letra o interpretar automáticamente, pero representan evidencia concreta de una actividad delictiva que de otro modo quedaría oculta a la vista. Junto con las investigaciones sobre los mercados ilícitos remarcados, ayudan a informar y a cuestionar la comprensión del tráfico de vida silvestre (UNODC, 2016).

 

Cifras negras

Una de las dificultades que surgen en la recolección de estadísticas se origina a partir de que los demandantes de delitos contra la vida silvestre solo contactan a las autoridades para denunciar el delito en circunstancias raras y excepcionales, generalmente cuando ellos experimentan pérdidas o daños personales. Incluso donde existen, las estadísticas de delitos por sí solas no brindan necesariamente un buen indicio de la prevalencia del delito y la victimización en un país dado porque estas son influenciadas en gran medida por la voluntad de las víctimas de denunciar el delito a la policía. El índice de denuncias, como se le conoce generalmente, puede verse afectado debido a ciertos factores, incluyendo el acceso a las fuerzas policiales, la confianza (o falta de ella) en la policía, etc. Es poco probable que las víctimas y testigos de delitos los denuncien a las autoridades cuando no confían en ellas o no pueden esperar mucha ayuda de su parte de manera razonable (UNODC, 2006). Por lo tanto, las estadísticas de delitos brindan una estimación imperfecta del nivel de los delitos contra la vida silvestre que se cometen actualmente.

La diferencia entre la cantidad de delitos que ocurren en realidad y la cantidad de delitos que se denuncian a las autoridades o que estas descubren se conoce como la «cifra negra». Las víctimas, en este caso, la vida silvestre, no puede denunciar los delitos a la policía, lo cual agrava aún más el problema de la denuncia y la documentación de los delitos contra la vida silvestre. Esto se conoce como el problema de la «víctima silenciosa», el cual solo aumenta la dificultad en la medición de este tipo de delitos.

 
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