Este módulo es un recurso para los catedráticos

 

Cooperación internacional y la Estrategia contra el Terrorismo de las Naciones Unidas

 

La necesidad de reforzar constantemente los niveles existentes de cooperación es fundamental para las iniciativas internacionales en la lucha contra el terrorismo y, como tal, está integrada en la agenda y el marco de la Estrategia de Lucha contra el Terrorismo de las Naciones Unidas. Como se examinó en el Módulo 1,

el terrorismo es un fenómeno complejo, no estático. Sus motivaciones asociadas, mecanismos de financiación y de apoyo, métodos de ataque y elección de objetivos evolucionan a menudo, lo que agrava los retos para asegurar la existencia de una estrategia eficaz para contrarrestarlo. Además, su naturaleza cada vez más transnacional exige una mayor cooperación con respecto a la justicia penal entre los Estados para denegar refugio a quienes cometan o intenten cometer delitos de terrorismo. El terrorismo se ha convertido realmente en una amenaza global que requiere una respuesta global y centrada en la prevención. En numerosos documentos de las Naciones Unidas e incluso en resoluciones del Consejo de Seguridad se ha expresado y se ha vuelto a enfatizar que tal cooperación necesita fortalecerse a todos los niveles, incluso bilateral, regional e internacionalmente entre los actores relevantes (Resolución 2370 del Consejo de Seguridad (2017); Resolución 2178 del Consejo de Seguridad (2014)) Tal como el Informe del Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas observara en 2004:

Hoy, mucho más que antes, las amenazas están interrelacionadas y una amenaza para uno es una amenaza para todos. La vulnerabilidad mutua de débiles y fuentes nunca ha sido más clara... Ningún Estado, sin importar cuán poderoso sea, puede hacerse invulnerable a las amenazas de hoy en día por sus propios medios. Todo Estado necesita la cooperación de otros Estados para estar seguro. (Naciones Unidas, Asamblea General (2004). A/59/565, párr. 17 y 24).

La Estrategia de Lucha contra el Terrorismo enumera los diferentes niveles en los que tal cooperación debe tomar lugar y resalta los distintos compromisos de los Estados Miembro al trabajar juntos para combatir el terrorismo. También expresa la determinación de la comunidad internacional para cooperar plenamente en este respecto, de acuerdo con sus obligaciones según el derecho internacional, a fin de encontrar, denegar refugio y presentar ante la justicia, sobre la base del principio de extraditar o procesar, a toda persona que apoye, facilite, participe o intente participar en el financiamiento, planificación, preparación o perpetración de actos terroristas o proporcione refugio a quienes lo hagan. En cada uno de los pilares de la Estrategia, los Estados Miembro están decididos a tomar diferentes medidas en búsqueda del cumplimiento de este objetivo. Esto es importante ya que, aunque la cooperación internacional, incluso a través de los auspicios de diversas organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, es de gran relevancia aquí, los Estados conservan la responsabilidad final y general de las respuestas eficaces y conformes con el Estado de derecho en la lucha contra el terrorismo.

Pese a sus diversos logros e importancia, incluida la garantía del consenso universal, la Estrategia de Lucha contra el Terrorismo todavía tiene que alcanzar su máximo potencial en la práctica. Por ejemplo, queda trabajo pendiente en términos de la mejor manera de traducir algunos de sus objetivos en leyes, políticas y prácticas nacionales o regionales.

 
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