Este módulo es un recurso para los catedráticos      

 

Implicancias del tráfico de vida silvestre

 

Aunque las amenazas contra las especies de vida silvestre y especies vegetales provienen de diversas fuentes, como la contaminación, la deforestación, la destrucción de los hábitats naturales y el cambio climático, el tráfico de vida silvestre contribuye de manera significativa al problema a través de la caza furtiva, la cosecha o el agotamiento de cantidades significativas de especies ya en peligro o en riesgo. El tráfico de vida silvestre, partes de animales y plantas tiene implicancias de mucho alcance, no solo para las especies que están involucradas, sino también para los medios de subsistencia humana, la biodiversidad y la gobernanza. Las implicancias significativas y diversas del tráfico de vida silvestre, a su vez, significan que la protección de la vida silvestre, bosques y pesca «puede ser parte de un enfoque integral para alcanzar la erradicación de la pobreza, la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible, incluyendo el uso sostenible y conservador de la diversidad biológica, el crecimiento económico, el sustento sostenible y el bienestar social» (Asamblea General de las Naciones Unidas, 19 de agosto de 2015).

 

Especies en peligro

El tráfico de vida silvestre puede disminuir las poblaciones de especies y causar una extinción local o incluso mundial. Cuando se involucran especies en peligro, cualquier tipo de caza furtiva o cosecha de esas especies que abastecen el comercio ilegal causan el riesgo de que las especies se extingan. Lo que empeora el problema aún más es el hecho de que la demanda de especímenes más grandes y más ornamentadas significa que los cazadores y los coleccionistas a menudo tienen como objetivo a los individuos más aptos de la población reproductora, con consecuencias graves para las siguientes generaciones (Rosen y Smith, 2010). Asimismo, muchas especies en peligro son frágiles y requieren de un manejo experto y delicado. Sin embargo, las formas en que se capturan, transportan y guardan muchos animales y plantas causan frecuentemente daños, muerte o atrición, lo que resulta en más pérdidas especialmente cuando se trafican animales vivos o plantas (Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, 4 de marzo de 2003).

Costos ecológicos

El tráfico de vida silvestre se relaciona con algunas de las causas más importantes que subyacen a la pérdida de la biodiversidad (Broad et al, 2012). Puede amenazar las funciones del ecosistema. Más allá de poner en peligro a las especies por las pérdidas de población, la sobreexplotación de vida silvestre puede causar problemas ecológicos a largo plazo como crear desigualdades en la proporción de sexos y reducir la tasa de reproducción de especies vulnerables. Con respecto al problema anterior, la caza furtiva de elefantes machos (es decir, machos con colmillos largos) ha causado una severa desigualdad de sexo entre los elefantes africanos. En consecuencia, la recuperación de la población de los elefantes ha sido lenta porque ha afectado las tasas de reproducción. Con respecto a las bajas tasas de reproducción, las especies como los guacamayos tienen una extremadamente baja comparada con otras en la familia de los loros. Debido a que los guacamayos han sido históricamente un blanco desproporcionado de los cazadores furtivos, es menos probable que sus poblaciones se restablezcan cuando cada vez hay menos guacamayos que se puedan reproducir.

La disminución de la población es más problemática si las especies clave se ven afectadas por el comercio ilícito. Las especies clave tienen «un importante efecto directo e indirecto en el ecosistema que los rodea y en otras especies dentro de ese ecosistema» (Moreto y Pires, 2018, pág. 19). Por ejemplo, los tiburones tienen un papel fundamental en el sistema oceánico al alimentarse de peces más pequeños. Desafortunadamente, debido a que la pesca de aletas de tiburón ha diezmado las poblaciones de tiburones en el mundo, las poblaciones de peces más pequeños han incrementado de manera significativa, lo que conduce a un declive de moluscos (Ferretti et al, agosto 2010).

Además, las prácticas ambientalmente destructivas han alterado los ecosistemas al extraer la vida silvestre, la madera de construcción y los peces. Por ejemplo, la demanda de productos forestales en el Perú ha causado que muchas especies icónicas se encuentren en peligro de extinción (Global Witness, 2017). Con respecto a las prácticas de pesca destructivas, algunas veces se usa el cianuro y la dinamita en la captura de peces para aturdirlos. Esta práctica también puede matar a muchos otros peces que se encuentran en los alrededores y destruir arrecifes de coral que proporcionan un hábitat para muchas especies acuáticas (McManus et al, 1997).

 

Maltrato animal

Los métodos que los cazadores furtivos usan para matar o capturar animales y la forma en que se los trata son extremadamente crueles e incumplen las normas de bienestar de los animales. Asimismo, muchos métodos de transporte y ocultación son perjudiciales para los animales y muchos especímenes se enferman, lesionan, pasan hambre o mueren en el camino (Rosen y Smith, 2010). El tráfico de animales vivos puede resultar en altas tasas de mortalidad para los especímenes involucrados, especialmente si se almacena y se alimenta a los animales de manera inadecuada (consulte Baker, 2013). Los métodos indiscriminados que se usan para cazar animales como la pesca con cianuro también pueden lastimar y matar a especies no buscadas, disminuir las poblaciones de peces y dañar sus ecosistemas (consulte Dee, 2014). Lo que no se discute aquí, aunque es digno de mencionar, son los derechos de los animales y las perspectivas éticas que abogan más ampliamente contra el asesinato, el uso y el consumo de animales (silvestres).

 

Amenazas para otras especies

Más allá del impacto biológico directamente negativo sobre determinadas especies, el comercio ilegal de vida silvestre puede tener un impacto indirecto desde una perspectiva conservadora. Los dos ejemplos más obvios son la captura incidental y perjudicial de especies no buscadas y la introducción de especies exóticas y perjudiciales en un hábitat. Los ejemplos de captura incidental perjudicial son particularmente bien conocidos en el sector de la pesca: las redes, cañas y otros equipos de pesca que se utilizan para capturar a los peces deseados también capturan todo lo demás que se encuentra en su camino, incluidas las tortugas, los delfines y los peces jóvenes. Entre los ejemplos terrestres se incluye el impacto sobre las especies no buscadas al realizarse actividades como la tala y la caza de aves acuáticas (Broad et al, 2012).

 

Riesgos contra la bioseguridad

El tráfico de vida silvestre puede significar una amenaza para la salud de los seres humanos, las especies autóctonas y el ganado, especialmente si introduce virus, bacterias o especies frente a las que las poblaciones nativas no son adecuadamente resistentes (Rosen y Smith, 2010). Las especies exóticas que son objeto de tráfico pueden suponer un riesgo de bioseguridad porque pueden establecerse potencialmente en el medio natural y convertirse en plagas. También pueden transportar semillas, parásitos y virus que, de ser liberados en el medio ambiente, tendrían efectos negativos en la vida silvestre nativa y en las industrias de la agricultura, horticultura y acuicultura (Alacs y Georges, 2008). Los impactos negativos de las incorporaciones de especies exóticas a causa del tráfico de vida silvestre están menos documentados; algunos de los ejemplos más problemáticos se han relacionado con los movimientos deliberados de plantas ornamentales y especies de pesca deportiva fuera de su área natural (Broad et al, 2012).

Ejemplo: El comercio ilegal de carne de caza

El comercio de carne de caza es la caza comercial y venta de animales silvestres para la alimentación, y la carne de caza es una fuente importante de alimentos y valores sociales o culturales en muchas partes del mundo. Muchos consumidores adinerados consideran la carne de caza un «símbolo de estatus» que les permite mantenerse conectados a sus culturas ancestrales. También existen importantes riesgos para la salud humana a causa de la matanza, manipulación y preparación de carne de caza: las enfermedades relacionadas con la vida silvestre se pueden transmitir de los animales a los seres humanos, incluyendo el Ébola y los retrovirus.

(FAO, 2015)
 

Amenazas y violencia

Los cazadores y cazadores furtivos frecuentemente están armados con pistolas y otras armas que se usan no solo para matar, capturar o recolectar vida silvestre, sino también se emplean contra los guardabosques, los funcionarios conservadores, la policía y las personas locales que protegen o viven muy cerca de los animales o plantas en peligro. La tasa de asesinatos de guardabosques en todas las partes del mundo es alta. En la última década, al menos 1 000 guardabosques han muerto solo en África durante el cumplimiento de sus deberes. Las amenazas y la violencia a menudo pueden incrementar —junto con la escala del agotamiento de las especies— si los grupos de delincuencia organizada se involucran en los delitos contra la vida silvestre(para más información, consulte Delincuencia Organizada Módulo 3 de la serie de módulos universitarios de E4J). Esto también aumenta el riesgo de corrupción en muchas etapas del comercio ilegal de vida silvestre (Rosen y Smith, 2010). El aumento de la militarización en los esfuerzos contra la caza furtiva a veces puede conducir a políticas de «disparar primero», lo que puede ocasionar más muertes de posibles delincuentes e incrementar la violencia entre aquellos que se encuentran en el frente y los habitantes locales (Moreto y Pires, 2018).

 

El agotamiento de los recursos naturales y la amenaza a los medios de subsistencia

El tráfico de vida silvestre debilita y amenaza las capacidades y esfuerzos realizados por los Estados para gestionar sus recursos naturales. Esto puede ocasionar severas pérdidas económicas, lo que afecta particularmente a los países en desarrollo que dependen de los ingresos generados por el comercio legal (Rosen y Smith, 2010). Los delitos contra la vida silvestrepueden amenazar los medios de subsistencia rural donde los ingresos de las personas dependen de la vida silvestre, incluyendo los que se basan en el ecoturismo.

 

Gobernanza y conflicto

El tráfico de vida silvestre puede debilitar la buena gobernanza y el Estado de derecho y, en algunos casos, amenazar la estabilidad nacional. Por ejemplo, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha manifestado repetidamente su preocupación acerca de que el conflicto armado interno y la violación generalizada de la ley y del orden en la República Centroafricana fuera provocado por grupos armados y redes delictivas que se beneficiaban de la explotación ilícita de recursos naturales, como la vida silvestre y productos de esta, en ese país (Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, 2013; Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, 2018). Asimismo, muchos informes documentan el impacto del desbrozo para operaciones mineras y proyectos de infraestructura sobre las especies de animales locales y seres humanos en la República Democrática del Congo. Muchas de las áreas afectadas son el hogar de los gorilas de montaña que están en peligro y son desplazados, pierden su suministro de alimentos o son cazados furtivamente para ser usados como carne de caza que luego se vende a los mineros y a los grupos armados (South y Brisman, 2013; Nellemann et al, 2010).

De manera similar, en el caso de los conflictos armados en la Región de los Grandes Lagos de África, el Informe del Grupo de Expertos sobre la República Democrática del Congo señaló que el «sacrificio de elefantes en la República Democrática del Congo es una de las consecuencias más trágicas de años de guerra y de una mala gobernanza». En 2014, el Consejo de Seguridad llamó la atención sobre la conexión entre el comercio ilícito de recursos naturales, incluidos la caza furtiva y el tráfico ilegal de vida silvestre, y la proliferación y tráfico de armas. De acuerdo con el Consejo de Seguridad, esto constituye uno de los principales factores que provocan el conflicto en la Región de los Grandes Lagos (Strydom, 2016).

 
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